Hubiéramos querido pasar para verificar si la expresión era legítima o era un grupo infiltrado por el propio gobierno, pero un grupo de guardias de la misma Universidad Veracruzana nos impidió el paso.
De ser un grupo legítimo que expresa su inconformidad, podemos decirles que ni era la forma ni era el momento para expresarse de esa manera; de ser un grupo ilegítimo infiltrado por el gobierno, sólo podemos decir a Javier Duarte: «Qué poca madre».