Notarías patito y Notarios ladrones

Notario público FOTO: WEB
- en Opinión

Édgar Hernández* / 

¡Los brazos de Javier Duarte!

El asunto de la desaparición de los 645 millones de pesos por la vía fast track de contratos “fantasma” vino a destapar otra cloaca más, las Notarías de la Fidelidad.

Como barajas en oferta Fidel Herrera Beltrán inauguró una nueva forma de hacer política regalando Notarias a amigos, aliados, parientes, enemigos, partidos políticos, organizaciones gremiales… y a sus novias.

Sin necesidad de concursar ni apegarse a la legalidad para lograr una concesión notarial -bastaba el cuidado de las formas y los trámites- se entregaron a diestra y siniestra estos espacios que por siempre estuvieron reservados para notables abogados, catedráticos, hombres, probos de experiencia y sabiduría hubieran o no cruzado por el servicio público.

El notario –hasta la llegada de la Fidelidad acompañada del Duartismo- era un profesional del Derecho, investido de fe pública por el Estado.

Era el responsable de la seguridad jurídica y certeza en los actos y hechos de los que daba fe, manteniendo siempre un alto nivel de profesionalismo, una total imparcialidad con los prestatarios del servicio y una plena autonomía en sus decisiones, las cuales sólo tenían como límite el marco jurídico y el estado de Derecho.

Pero ¿En que se convirtieron los Notarios y las Notarías?

Salvo verdaderas opciones honrosas, sobre todo aquellas que dieron lustre a la fe pública antes de la docena trágica- las Notarias se convirtieron en salapadoras de transas con el mobiliario urbano, el despojo del privado, la legalización de terrenos nacionales, la certificación de propiedades en donde se blanquea el dinero y en el secreto bien guardado de verdaderos propietarios ocultos en prestanombres.

Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte destruyeron el ejercicio de la función notarial con independencia del poder público y los particulares, teniendo a su cargo el recibir, interpretar, redactar y dar forma legal a la voluntad de los comparecientes y plasmar ésta en un instrumento público y auténtico, redactado bajo su responsabilidad.

Lo destruyeron al repartir al por mayor Notarias abaratando las plazas, llenándolas de leguleyos que legalizan lo que ordene el patrón a cambio de un puñado de pesos.

Son Notarios y Notarias que fueron tapetes de los gobernadores y al final fueron premiados al igual que se hizo con los taxistas en donde tan solo en Xalapa se repartieron 6 mil 200 juegos de placas cuando la plaza no soporta arriba de dos mil.

Para el recuerdo queda el notario, nuestro Notario, que conservaba y reproducía el instrumento legal, brindando así seguridad y tranquilidad a las familias.

Llegó a su fin ese servidor social que auxiliaba a las autoridades locales y federales en el cálculo y cobro de impuestos y derechos en estricto apego legal ya que hoy todo entra al bolsillo del mandamás sin pudor ni recato.

Cuántas mujeres hoy notarias, tuvieron que pagar largas horas cama para que les dieran esa concesión. Seguramente muchas ¿Valió la pena?.. Pues sí, para ellas y pues no para quienes observamos cómo se ha prostituido ésta reconocida profesión.

¿Cuáles son los requisitos para ser notario?

En Veracruz los aspirantes a Notarios dejaron de ser licenciado en Derecho o haber realizado una práctica en alguna notaría. Para la Fidelidad no hubo necesidad de tener buena reputación tanto personal como profesional, y valió madres aprobar o en su caso ser vencedor en un examen de oposición.

Así en la magia de la desaparición del dinero, el Notario veracruzano es fundamental para legalizar la transa.

Una vez más esto quedó demostrado al darse a conocer la lista de las Notarías y Notarios que permitieron la desaparición de los 645 millones que esfumaron Alberto Silva, Edgar Spinozo, Vicente Benitez –este famoso por sus multifechorías-, Tarek Abdalá, la diputada federal Noemí Guzmán, Tomás Ruiz y Adolfo Mota.

Y es que al tener como obligación dar fe de hechos como contratos, su domicilios legales, notificaciones, requerimientos, existencia y capacidad de las personas, reconocimiento de firmas, protocolizaciones de actas y hechos materiales en general, autorizaron por debajo de la mesa la transa en ese entendido de ¿quién los revisará?

Y hubo quién.

Un reportero por ahí husmeó y encontró un pozo de excremento gubernamental sellado y autorizado por un grupo de Notarios, curiosamente todas de la Fidelidad, es decir, aperturadas en los últimos diez años.

Así que amigos-amigos de Javier Duarte son los que legalizaron la transa de los 645 millones de pesos.

Entre ellos se encuentran Jorge Monreal Montes de Oca, Daniel Cordero Gálvez, Gabriel Alejandro Cruz Maraboto, Alberto Javier Robles Mijares, Oscar Alemán Páramo y Wendi Mariana Cruz de la Fuente.

Varios de estos notarios le han trabajado cositas a la familia de Duarte y a la de Karime. Si se le rasca un poquito más habrá de encontrarse la madeja de las notarías patito y de los notarios ladrones.

En México existen más de 4,400 notarías de la cuales más de mil 200 están en Veracruz donde hoy florecen los notarios de la Fidelidad.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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