Chiapas no cede, Nuño se tambalea

Maestros de Chiapas le hacen frente a Aurelio Nuño
- en Opinión

Luis Ortiz Ramírez / Al llegar de mi trabajo, me entero que mis hermanos maestros, de Guerrero, Oaxaca, Michoacán y de Chiapas, serán cesados. Más de tres mil, serán dados de baja por acumular más de tres faltas consecutivas sin justificación, informó el incólume secretario de Educación, Aurelio Nuño, quien agregó que se han hecho descuentos por 12 millones de pesos diarios por las faltas de profesores ocurridos desde el lunes 16 de mayo pasado.

Es cierto que se han alzado muchas voces en contra de la postura radical y poco ortodoxa de los maestros de estos cuatros estados. Algunas voces acreditadas e informadas, pero viscerales; solo repiten los que las masas y los medios de comunicación oficialistas trasmiten.

Sin embargo, sería bueno analizar la siguiente situación; cuando se anunció la reforma energética, los transportistas, intentaron pararla sin resultado alguno, hoy su voz ya no se escucha. También  cuando se  informó de una nueva reforma fiscal, los taxistas se sintieron afectados, trataron de pararla sin resultados positivos, también su voz fue silenciada.

Aunque muchos no lo aceptan, el único grupo de resistencia, contra el gobierno federal, que sobrevive, son precisamente  los maestros disidentes, cobijados por la CNTE. Su voz  no ha podido ser callada.

Por eso, me corre un sentimiento de vergüenza burguesa y de  dolor de hermandad frente a la valentía de miles de maestras, que solo van acompañadas por una mochila a sus espaldas y una frágil sombrilla que poco las protege de los quemantes rayos del sol o de la pertinaz lluvia; quisiera abrazarlas y decirles que no están solas.

Me embarga ese sentimiento de vergüenza, mientras ellos, maestros rurales de la sierra, y humildes maestros de ciudades lastimadas por la pobreza, siguen con el puño en alto;  la mayoría de los maestros veracruzanos no contamos ni con el valor,  ni con los arrestos para defender nuestros derechos laborales; los pocos que lo hacemos somos estigmatizados como flojos y revoltosos.

De modo que esta situación, no solo me hace sentir incomodo, me trae recuerdos; como  cuando Julio Cortázar al  enterarse  de la muerte del Che, comienzo  a escribir  una carta en la cual confesaba su vergüenza  y su dolor de hermandad frente a la valentía de aquel hombre que no llegó a conocer.

Este escritor tan brillante en una ocasión dijo: “La verdad es que la escritura, hoy y frente a esto, me parece la más banal de las artes, una especie de refugio, de disimulo casi, la sustitución de lo insustituible. El Che ha muerto y a mí no me queda más que silencio…”  Luego cerró su carta con uno de los poemas más hermoso que conozco:

Yo tuve un hermano.

No nos vimos nunca pero no importaba.

Yo tuve un hermano que iba por los montes mientras yo dormía.

Lo quise a mi modo, le tomé su voz libre como el agua, caminé de a ratos

cerca de su sombra.

No nos vimos nunca pero no importaba, mi hermano despierto mientras yo dormía,

mi hermano mostrándome detrás de la noche su estrella elegida.

No conozco en persona a todos mis  valientes maestros de Guerrero, Oaxaca, Michoacán y  Chiapas, pero puedo asegurarles que la feroz afrenta del gobierno federal,  no pasara desapercibida, ante la mirada de miles de maestros, que no han sido todavía sometidos.  Mientras tanto vaya mi admiración y profundo respeto a los maestros que todavía luchan contra las reformas neoliberales, que quiere imponer el imperialismo mexicano.

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario