Al mismo tiempo apunta que en las entidades donde se disputan elecciones este año, los ciudadanos viven «de rodillas», porque la guerra entre las bandas criminales por el control de las plazas ha contribuido a generar un clima de temor, que nos hacen vivir con miedo: «Nada parece detener el narcoterror a pesar de inversiones millonarias en programas y el envío de elementos de las fuerzas armadas para restaurar el orden y la paz, que son bellos y anhelados recuerdos en la memoria».
Para finalizar, el arzobispo primado de México pone el dedo en una llaga que ha lastimado lastimado a muchas entidades del país, sobre todo en nuestro estado: las agresiones y asesinatos a periodistas, y le dedica, sin mencionarlo, unas líneas al gobernador de Veracruz: «Otros estados están marcados por el flagelo de la violencia y asesinatos contra periodistas. La decadencia moral y de valores de las entidades es evidente cuando el imperio del crimen es de cuño corriente, mientras gobernadores salientes son juzgados de incompetentes, corruptos y cínicos».
Ahora sí lanzó la primera piedra el Cardenal Rivera, ya para que este sujeto, señalado entre otras cosas por corrupto y encubridor de pederastas, denuncie estos hechos es porque algo está muy mal en el país, y en algunos estados como en Veracruz.