Por otro lado, el caso de las madres que buscan a sus hijos, a sus hijas, madres que han sido llevadas por la indolencia de la procuración de justicia es otro estigma para el gobierno de Javier Duarte. Araceli Saucedo, la madre que le reclamó a Duarte en Orizaba, la madre que le pidió que quitara esa risa burlona de su cara, la madre de una joven que los esbirros de Javier Duarte criminalizaran es otro estigma para este gobierno cómplice.
Es por ello que hace bien Héctor Yunes en declarar que «los abusadores no tienen cabida en Veracruz. Quien abusa de una niña, de una mujer, debe recibir castigo y desprecio». La familia, dice el candidato de la alianza Para Mejorar Veracruz, es la gran fortaleza de este estado y por ello se debe proteger. Desprecio merece el gobierno de Duarte por permitir tanto abuso.