Un cantante que no canta, aunque pareciera algo increíble, era una práctica muy común en grupos de jóvenes de música pop, quienes tenían la intensión de publicitar no sólo música, sino ropa, perfumes y un estilo de vida que eran imitados por los chicos de sus generaciones.
De esto modo, Victoria Beckham, Posh Spice como era conocida en el grupo, cumplía el rol de ser la cara bonita que vestía Gucci y el centro de atracción en las sesiones de fotos, como decimos en México, un talento de televisión.
Ahora, la ex Spice Girls es una exitosa diseñadora de moda, por lo que no tiene empacho en declarar: «Finalmente me río de mí: ahora mi micrófono está encendido, finalmente». Que confesión tan vergonzosa, aunque si lo tomamos con humor es una muy buena historia que podrá contar Vicky a sus nietos.