Financiera COFETI, acoso, atraso y financiamiento de campañas

COFETI, empresa de financiamiento que opera con cuatro sucursales en Xalapa, Coatepec, Huatusco y Tepeaca, Puebla

Armando Ortiz / Cofeti es una empresa de financiamiento que opera con cuatro sucursales en Xalapa, Coatepec, Huatusco y Tepeaca, Puebla. Su propósito es brindar créditos grupales para capital de trabajo o liquidez, equipamiento y mejora del hogar. Cofeti surge junto con el gobierno de Javier Duarte y había estado operando sin contratiempos hasta hace unos meses.

En esta empresa, según su página web, se destacan los valores de la honestidad, confianza, responsabilidad, servicio, trabajo en equipo, respeto y lealtad. Su misión es: ofrecer “asesoramiento y soluciones financieras, a través de operaciones eficientes y competitivas, para contribuir al desarrollo humano y emprendedor de nuestros clientes, impulsando el logro de sus proyectos”.

En Xalapa, una de sus sucursales se encuentra en la Avenida Manuel Ávila Camacho 82, en la zona centro, la otra está en la avenida Miguel Alemán. Aunque el trato al principio es cordial y amable, algunos clientes de esta financiera han denunciado acoso por parte de personal de cobranza de esta empresa, cuando ellos se han atrasado con sus pagos. Vale mencionar aquí que de entrada, para que se les otorgue el crédito, el cliente debe dejar el 10 por ciento de lo que solicita a préstamo. Es decir, si pide 10 mil pesos, mil pesos ya quedan como garantía, después les entregan un cheque que deben cobrar en el banco y en adelante deben dar sus pagos semanales que incluyen intereses, pero en caso de atrasarse pueden perder hasta sus propiedades.

En junio de 2015 apareció en el periódico Mundo de Córdoba la denuncia de algunos clientes de esta financiera en la que se señalaba que a falta de pago, algunos clientes estaban a punto del embargo, incluso se habló de arrestos. En la nota se explica: “clientes de la citada financiera manifestaron temor, pues han indagado de casos en Xalapa y Coatepec, que el proceso ha llevado a “arrestos” de los clientes. Tal es el caso de Mariana ‘X’ vecina de la colonia Acatepec, la cual se vio imposibilitada para seguir efectuando sus pagos semanales en el séptimo periodo. Antes de ella, otras dos mujeres habrían dejado de pagar”.

Por supuesto, la mayoría de las personas, cuando solicitan el crédito, tienen toda la intención de pagar. De hecho los créditos se dan de forma grupal, para que los miembros del grupo apoyen a la persona cuando se atrasa. Sin embargo las circunstancias cambian, y una persona que tenía toda la intención de invertir puede tener un suceso imprevisto. Es lo que le pasó a una clienta que declaró al Mundo de Córdoba: “Fue la primera vez que pedí préstamo en esa empresa, necesitaba el dinero para invertir en mi negocio, ahora ya no lo tengo. Fue la primera vez y me prestaron 6 mil pesos, no nomás fui yo, calculo que la mitad del grupo se atrasó. Ya cuando nos vamos atrasando, te vienen a decir que te van a quitar tus cosas, que tenías que haber dado (pagado) en ese momento. Ahora nomás me mandan papeles y papeles (requerimientos), pero pues quien sabe”. Como se puede usted dar cuenta, las personas, por un préstamo que no rebase los 10 mil pesos, en caso de atrasarse y acumular intereses, pueden perder su patrimonio.

En las últimas semanas Cofeti ha entrado en una situación irregular. Muchos de sus clientes, a los que se les ha aprobado el crédito, quienes han debido entregar el 10 por ciento por anticipado de su préstamo, quienes han debido firmar sus pagarés para que les entreguen su cheque, han acudido a la sucursal bancaria para enterarse de que sus cheques no tienen fondos. Lo más sencillo sería regresar a sus casas y esperar al día siguiente para volver a intentar el cobro. Pero estamos hablando de personas que en muchas ocasiones han tenido que viajar horas para presentarse en la sucursal bancaria, personas de comunidades lejanas que han debido realizar un gasto oneroso para moverse a la ciudad. El problema es que no ha sido una ni dos veces las ocasiones en que han acudido para enterarse de que no hay fondos. La empresa dice que la situación se regularizará pronto, pero en todo esto surge un detalle interesante.

Los mismos empleados de esta empresa nos han dicho que uno de los socios mayoritarios de la financieras Cofeti es un alto funcionario de Seguridad Pública; quizá el dueño de todo. Lo comentan porque en al menos tres celebraciones anuales de Cofeti, ese funcionario ha estado presente. Es más, en una de esas fiestas, ya entrada la noche, ese funcionario, con toda la autoridad que su cargo le confiere, les avisó a los empleados, sus empleados, que no se preocuparan por el alcoholímetro a la salida de la fiesta (que se celebró en un antro a un lado de la sucursal de Ávila Camacho), porque había ordenado que lo retiraran a otra parte.

Los clientes y empleados han dicho que precisamente, al tiempo que empezaron las campañas, empezaron los problemas de la financiera, “porque el dinero de los préstamos los están desviando a las campañas políticas”. Existen también rumores de que la financiera está a punto de cerrar.

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