Brenda Caballero / “No peleen al mismo tiempo, primero uno y después el otro”, fueron las palabras del Padre Martín del Campo después de darles la bendición a Dulce María Dauzón Márquez y Armando Méndez de la Luz hace 38 años.
Y no es que peleen, sino que el matrimonio no es miel sobre hojuelas, me dice Dulce María. “En ocasiones es necesario tranquilizarse y todo seguirá unido”.
Esta anécdota contada surge después de un evento de Otero Ciudadano, donde fue invitado Armando Méndez de la Luz, donde señaló sus compromisos con Veracruz además de contestar diversas preguntas de sus miembros.
Terminando el evento y previo beso de despedida de su esposo –pues continuaba con su campaña– la Señora Dulce me platicó que conoció a Armando cuando estudiaba Administración de Empresas en la Universidad Veracruzana.
Ella recién había ingresado a primer año, cuando Armando la invitó a pertenecer a una Planilla… le llevaba dos años en la carrera. Ya estaba metido en política, en política estudiantil.
Tiempo después, quiso separar a los representantes juveniles de la facultad de Administración de la de Comercio. Y lo logró por un voto. Me dice orgullosa. “Libró esa batalla contra los porros de la Universidad Veracruzana… me convenció como persona y como político… fue en 1971”.
En ese tiempo no eran novios, fueron amigos cinco años y compañeros de lucha… compartían ideales y siguieron trabajando juntos con la mesa directiva de la facultad.
Sus ojos se abren de admiración al decirme que Armando es una persona preparada, brillante, tenaz, con muchos conocimientos e ideales.
Recuerda cuando le llevaba serenata, pues a él le gusta mucho la musica. Además de que en la facultad tenía en sus manos oro puro: sabe tocar la guitarra.
Aunque ella es más empresaria también es política, pues además de participar en política estudiantil en la Universidad Veracruzana, un parteaguas en su vida fue cuando fue Presidenta del DIF Municipal. Su esposo fue alcalde de Xalapa. “El trabajo comunitario es lo que más me llena de satisfacciones”.
En nuestro estado hay demasiados grupos vulnerables por los que hay que trabajar y a los que se les debe dar respuesta en sus necesidades y carencias, “pero resultan invisibles a los gobernantes, pues nadie quiere comprometerse, y son los que Armando tiene presentes”.
Para que puedan expresar sus necesidades, Dulce le organiza eventos a su esposo, principalmente en Xalapa. Me dice que el próximo 30 de abril se reunirá Armando con población vulnerable , adultos mayores, madres solteras, niños en situación de calle, personas con discapacidad y posteriormente también le organizará otro pero con maestros.
Tendrá también reunión con campesinos, jóvenes, comerciantes, ambulantes, entre otros, pues se pretende abarcar todos los temas a los que debe dar respuesta un gobernante.
Dulce asegura que van a contracorriente, pero afirma que su marido es la mejor opción para Veracruz. “Es comprometido, no le tiembla la mano, es fuerte, toma decisiones importantes, caiga quien caiga, tiene mano dura para actuar cuando se requiere, es responsable, sabe planear y organizar. ¡Hasta hace milagros! ¡es todólogo!” Ríe y es que me dice que organiza su propia propaganda, sus recorridos, cosas que a otros candidatos les hacen, él las hace. Trabaja todos los días con tan poco, muy poco. “Vale la pena este esfuerzo, todos los días se lo hago saber, pues él es otra opción de los veracruzanos, sin discursos mentirosos”.
Dulce fue también candidata a la Alcaldía, allí Armando la apoyó con todo: su tiempo, su experiencia política, sus ahorros y aunque no ganó, porque asegura le robaron la elección, ganó la satisfacción de que a los xalapeños sin regalarles absolutamente nada, confiaron en ella.
Armando es independiente en algunas actividades, pero ella siempre está a su lado, apoyándole, dándole ánimos, incluso hasta repartiendo folletos de él en las calles. “No pagamos para que alguien se vaya a parar al crucero”.
“Armando está preparado, es honesto y sabe dirigir, ojalá y la ciudadanía despierte, se informe y analice quién es quién, porque equivocarnos nos ha costado muy caro. Estos últimos 12 años de Veracruz han sido terribles, el estado se está cayendo a pedazos y sólo nosotros los veracruzanos de manera sencilla y práctica podemos cambiar la historia del estado. No hay varitas mágicas, sólo la decisión de ir a votar”