Congreso brasileño aprueba iniciar proceso de destitución para Dilma Rousseff

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está en graves problemas, pues el congreso carioca aprobó la admisibilidad del proceso de destitución, o impeachment como se le ha denominado. En este mismo espacio habíamos señalado que según la constitución brasileña, para detener el proceso de destitución presidencial a que se enfrentaba Rousseff, por lo menos un tercio del parlamento debería votar en contra, acción que no se logró. La Cámara de Diputados voto de la siguiente manera: 367 votos a favor y 137 en contra, para muchos, un pronóstico que no era el esperado. Ahora sólo falta otra votación, con una mayoría simple, para que Dilma Rousseff sea apartada provisionalmente del cargo hasta 180 días para continuar con el proceso de impeachment. Por su parte, el ministro de justicia, José Eduardo Cardozo, declaró a voz del gobierno de Rousseff, que la presidenta no está dispuesta a renunciar, antes bien, «seguirá luchando hasta el final por salvar su mandato». Brasil está dando un ejemplo importante en materia democrática, la separación de poderes es parte fundamental para ello, y aunque nunca será bueno ver un proceso de destitución presidencial, si lo es el no ver un poder Legislativo maniatado por el Ejecutivo, algo que aquí en México no hemos visto en muchos años, pues a nivel federal como estatal, los grupos parlamentarios trabajan para el presidente, al que ven como un jefe.