El Síndrome de Estocolmo político; ejidatarios de Coahuila construyen monumento en reconocimiento a Moreira

Habitantes del ejido Trincheras, del municipio de Nadadores en el estado Coahuila, levantaron un monumento al exgobernador Humberto Moreira. No es nota de El Deforma, ni una broma del Día de los Inocentes, un grupo de campesinos de Trincheras levantó una estructura de concreto con tres metros y medio de altura como agradecimiento por una carretera que construyó el exmandatario en esa comunidad. En el centro luce una placa y el rostro de Moreira en relieve sobre un platón metálico de unos 90 centímetros de diámetro. Como invitada de honor a la entrega de este reconocimiento, asistió la esposa de Moreira, Vanessa Guerrero con sus dos hijas. Los ejidatarios le comentaron: «Queremos agradecerle, señora Vanessa, que esté aquí con su familia, en el ejido Trincheras, y dígale al profesor que lo queremos de corazón, que no sabemos de política más que reconocer a la gente que ayuda al pueblo, que él nos hizo esta carretera que la hizo llegar en menos de media hora desde San Buena, cuando antes tardábamos hasta un día completo en llegar en carro de mulas». El pueblo mexicano siempre se ha caracterizado por ser muy sumiso, vemos en la labor de los políticos algo extraordinario, cuando en realidad, lo que hacen es parte de su trabajo, construir carreteras, calles, hospitales, escuela, mejorar la vida de sus gobernados es su obligación, pero también lo es el cuidar el patrimonio del pueblo y sus dineros públicos. Algo así como construir monumentos a alguien como Moreira, es un síntoma claro del Síndrome de Estocolmo político.