Qué días aquellos cuando se alquilaba medio hotel Tajín para los organizadores de la Cumbre Tajín. Se alquilaba el hotel hasta por medio año para que los organizadores llegaran a la hora que quisieran y con quien quisieran. Qué días aquellos del señor Gastón Melo, que en el nombre llevaba la fama, de los derroches de Salomón Bazbaz, de los restaurantes llenos de invitados especiales, de las comelitonas para la prensa y de las frivolidades de la familia Alemán. Qué días aquellos de las corrientadas de Fidel Herrera en la Cumbre Tajín; qué días aquellos de los saqueos de la familia Tubilla Macías. Se acabaron la Cumbre Tajín y ahora ya no ha quedado nada.
