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Silem García Peña, orar en las esquinas de los caminos anchos, como los fariseos

Sería abominable pensar que el regidor Silem García Peña se está valiendo de su influencia para tomar por asalto el centro a favor de los fieles del culto al que pertenece; sería abominable pensar que el regidor Silem García Peña esté mostrando con esta exhibición religiosa el músculo político que tiene; sería abominable pensarlo porque el Jesús que el regidor adora separó el culto a Dios de la política («a Dios lo que es de Dios y al César…»); sería abominable pensar que Silem se vale de la fe de las personas para llevar agua a su molino; sería abominable pensar que Silem expuso a sus fieles para que los ciudadanos los comparen con otros grupos que también se reúnen en la plaza Lerdo. Pero el caso es que entre los ciudadanos hay muchos mal pensados que no encuentran la diferencia entre un acto religioso de un acto político. ¿Por qué no lo hicieron en el estadio Colón, como otros grupos religiosos? Que ganas de hacer oraciones en las esquinas de los caminos anchos, para ser vistos por los hombres, como lo hacían los abominables fariseos.