Jorge Flores Martínez / Vamos a pensar que Veracruz fue azotado por un huracán que se estaciono en nuestro territorio por 11 años y que destruyó todo. Nuestros hospitales no cuentan con medicamentos y están en ruinas, las carreteras son intransitables por no decir inexistentes, la delincuencia desbordada y las fuerzas del orden se encuentran desorientadas. Hay como siempre en estos eventos un desorden total y la rapiña es evidente.
Nuestras finanzas parece que en la inundación perdieron sus libros contables y no tenemos claro cuanto debemos o cuanto nos deben, no podemos cubrir los pagos a nuestros pensionados, maestros, proveedores, contratistas, vaya hasta a los mismos burócratas. La universidad se encuentra sin recursos para atender a sus estudiantes y rompiendo cualquier antecedente, en total rompimiento con el gobierno por la retención de recursos.
Nos encontramos con un Veracruz destruido en su infraestructura y sobre todo en sus instituciones. Es indispensable detenernos un momento a observar los daños ocasionados en estos 11 años de devastación, hacer el inventario de lo que queda y el recuento de todos los que nos faltan.
En mi opinión una de las primeras acciones del siguiente gobierno es que los veracruanos tengamos la certeza de cuando se debe, a quien se le debe y sobre todo y más importante porqué se debe esa cantidad de dinero. No se trata de barrer, limpiar la casa o pescar con una ridícula caña de pesca a los responsables, es más que eso, el daño ha sido terrible y el primer paso para reconstruir la confianza con los veracruzanos es establecer qué fue lo que paso y porqué se permitió que pasara. Se tiene que revisar y auditar las cuentas con el animo y la voluntad de encontrar y fincar responsabilidades legales. Lo que pasó en Veracruz fue el peor saqueo del que se tenga memoria.
Este saqueo tiene nombres y apellidos y no es difícil observar estas fortunas inexplicables, se debería compulsarlas contra sus ingresos en estos 11 años. No hay una sola de estas fortunas que resista la prueba. El saqueo a la fecha es indiscriminado, nuestro sistema de salud por ejemplo se encuentra colapsado, las pensiones rebasadas y los objetivos de la actual administración se reducen a intentar cubrir como se pueda la nomina quincenal.
Después de todo, no son dueños ni de Veracruz ni de los veracruzanos y todo se definirá en la manera en la que encaucemos nuestro malestar como ciudadanos. Les pregunto ¿Ustedes dejarían que los causantes del desastre se encarguen de la reconstrucción?
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