Por eso nuestra insistencia. Se necesita de cierta preparación para tener un puesto público, se requiere al menos conocer bien el español porque luego los funcionarios salen con cada cosa. Quién sabe si todavía estaba pasmada por el susto que se llevara la noche del miércoles, pero el caso es que Anilú Íngram, delegada de Sedesol ya salió con sus primeras galimatías. En una reunión con alcaldes de Veracruz y tratando de dar cátedra sobre índices de pobreza en el estado, la señorita Íngram dijo: «Por lo amplio y la gran población que tenemos en Veracruz —alrededor de ocho millones de habitantes— pues hay un número considerable de pobreza en Veracruz»; es decir, somos muchos porque somos hartos. A la delegada se le olvida que los índices se miden de acuerdo a los porcentajes de población. En Veracruz más del 50 por ciento de los habitantes vive en pobreza, no porque seamos muchos, sino porque el gobierno, tanto federal como estatal, no se ha aplicado en bajar esos índices mediante verdaderos programas sociales y de desarrollo. Con esa mentalidad, una solución para erradicar la pobreza sería esconder a los pobres para que, cuando pasen a contarlos, no los pongan en la lista.
