Filiberto Vargas Rodríguez / El encuentro se habría dado el pasado miércoles, 5 de noviembre, minutos después de las 3 de la tarde, en una casona ubicada en el número 10 de la calle Zaragoza, en Teocelo.
Acudieron políticos de singular relevancia, como los exdirigentes del PRI en la entidad, Carlos Brito y Gonzalo Morgado. Además, el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga, quien fue acompañado por su secretario particular, el joven Rodrigo Montoya, y el titular del DIF en la capital veracruzana, Alfredo Toss Capistrán.
Entre los asistentes se comentó que también había sido convocado el secretario general del Congreso, Francisco Portilla Bonilla, pero que éste se había disculpado, pues compromisos laborales le impedían asistir, aunque se informó que los platillos que degustarían eran cortesía de él.
Presentes en la reunión, los periodistas Raymundo Jiménez, José Ortiz Medina y Santos Solís Ríos.
El tema central de la reunión fue la campaña del senador José Yunes Zorrilla en pos de la candidatura a Gobernador, y el compromiso de los presentes de coadyuvar para conseguir ese objetivo.
Lo primero que dejaron en claro es que el proyecto de Pepe Yunes sigue “más firme que nunca”. Confirmaron que el informe del senador tendrá lugar el domingo 29 de noviembre en el World Trade Center, gracias a la cortesía de quien administra dicho inmueble, el secretario de Turismo Harry Grappa. La figura central para ese evento sería el titular de la Secretaría de Desarrollo Social, José Antonio Meade.
Se refirieron a una invitación que les habría hecho el Gobernador Javier Duarte para comer, tentativamente en el restaurante El Rocinante, de Martínez de la Torre, propiedad del exalcalde de aquel lugar, Hilario Ruiz Zurita, quien se encontraba presente. Anticiparon que declinarían.
Se comentó que para su quinto informe de gobierno, en el Velódromo de Xalapa, Javier Duarte había pedido que asistiera el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, pero que éste no aceptó, por lo que preveían que la representación del Presidente la llevaría “alguien menor”.
Coincidieron la mayoría de los comensales en la tesis de que el verdadero “delfín” de Javier Duarte era Érick Lagos, y argumentaron para soportar esa teoría que “lo trae muy pegado”.
Incluso hubo quien se atrevió a vaticinar que en el evento del pasado sábado en el puerto de Veracruz, con la presencia de la dirigente nacional de Movimiento Territorial, Ana Lilia Herrera Anzaldo, se daría el destape formal del legislador federal por Acayucan.
Eso no sucedió.
En la sobremesa, y hablando de los más diversos temas, entre los asistentes surgió la versión de que el restaurante “El Amate”, de Boca del Río, que se incendiara hace una semana, era en realidad propiedad – a trasmano- del senador Héctor Yunes, y por eso se entendía su interés en gestionar la presencia de peritos de la capital del país para conocer las causas del siniestro.
Trataron el caso del exidirigente priista Carlos Brito, quien se quejó de que en la Secretaría de Educación habían dado de baja a gente que trabaja para él, y surgieron propuestas para “ponerle piedras en el camino” al Oficial Mayor de la SEV, Vicente Benítez y así estropearle su proyecto de ser diputado local por Los Tuxtlas.
Ya entrada la tarde concluyó el encuentro. Todos se despidieron de forma afectuosa.
Encuentros como éste, sin duda, se dan todos los días, por parte de los simpatizantes de quienes aspiran a la gubernatura de Veracruz.
Mucho de lo ahí comentado es parecido a lo que se escucha en los cafés. Una recopilación de chismes, de rumores, de leyendas urbanas.
Tampoco sorprende el perfil de los asistentes. Todos ellos han manifestado abiertamente sus simpatías por José Yunes Zorrilla.
Lo que acaso pudiera llamar la atención es su activismo. Se entiende, sin embargo, porque está cerca el momento de las decisiones y llegó el momento de empujar fuerte.
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