Armando Ortiz / Si no tienen la menor intención de arreglar el asunto de los aviadores en la Secretaría de Educación de Veracruz, mejor ni le muevan. Si en el gobierno lo único que quisieron hacer fue dar un golpe mediático, se equivocaron de costal de boxeo. Está visto que todos los que metan las manos en el asunto de los aviadores saldrán embarrados del fango que durante muchos años se ha ido acumulando en una Secretaría que recibe el mayor presupuesto federal y que tiene el mayor número de empleados en Veracruz; de modo que se les hace fácil a algunos meter aviadores porque poco se habrían de notar.
Y es que la SEV ha sido siempre el banquete de los buitres del sindicalismo de la Sección 32. En los últimos años ellos han amagado a cada secretario que llega, han robado a manos llenas y han sometido a los maestros con la amenaza de no darles un tiempo completo o de mandarlos a lugares más apartados. Con decirles que se siguen quedando con el dinero de las cafeterías, obligando a los directores a que las rentas las depositen a la cuenta de Equipo Liderazgo Mexicano. Por supuesto los líderes magisteriales corruptos son responsables de los miles de aviadores que hay en la SEV; por el sindicato pasan las plazas que se otorgan y los de la Sección 32 son los que le dan el visto bueno a la mayoría.
De modo que en todo ese fango el que meta mano saldrá embarrado. Ya se embarró el gobernador, quien sin pensarlo bien quiso dar el espectacular anuncio de que había descubierto 2 mil 173 aviadores. De inmediato la pregunta que surgió fue: ¿a poco apenas se dieron cuenta? ¿Y para qué dio el anuncio? ¿Para despedirlos o para darles una medalla por permanecer tanto tiempo escondidos?
Todos en el gobierno sabían de esos y otros aviadores que ya justificó la secretaria Xóchitl Osorio llamándolos comisionados. Meter a un aviador en la SEV es como pagar un favor grande a alguien. Ya se descubrió que los líderes como Juan Callejas Arroyo tiene aviadores en la SEV, que Denisse Uscanga tiene aviadores en la SEV, que Beda Ocampo, la titular de Recursos Humanos, tiene aviadores en la SEV; vaya usted a saber los nombres que más tarde surgirán. El asunto de los aviadores es un embarradero de mierda que ya alcanzó al flamante presidente del PRI Alberto Silva Ramos. Y todo porque el señor mordió el anzuelo que lanzó Miguel Ángel Yunes Linares quien acudió por la mañana del lunes a presentar una denuncia en contra de quien resulte responsable por el daño presupuestal que han significado por años estos 2 mil 173 aviadores. Y es que el asunto no es sólo los aviadores, sino quién los integró a la nómina y quién a sabiendas de que no iban a trabajar los mantuvo ahí.
Pues como Alberto Silva no quiso quedarse con el golpe, el mismo lunes por la tarde salió a decir que en unas horas se darían a conocer los nombres de los aviadores. “Se darán a conocer los nombres, fechas, montos. En la administración de Javier Duarte y te lo puedo decir, no se ha incorporado uno solo, lo demás tendrá que analizarse, tendrá que investigarse y tendrá que perseguirse”, dijo enfático Silva. Pero las horas pasaron y nos quedamos esperando esos nombres. Para más salió Vicente Benítez “el señor de las maletas”, oficial mayor de la SEV, para decir que no habrá nombres, que el proceso administrativo que se sigue impide que en este momento se den los nombres de los aviadores. Y es que hasta los aviadores tienen derechos y están protegidos por la Ley Federal de Protección de Datos Personales.
¡Ya nos quedó mal Silva! ¡Ya se embarró como los otros! Si bien dicen que el pez por la boca muere; pero en este caso fue un cisne.