Filiberto Vargas Rodríguez / Poco a poco, a base de socavar la confianza de los comunicadores, a base de atentar de forma permanente contra la libertad de expresión, lo han conseguido. Han logrado que ya no nos sorprenda, que ya no nos alarme, el hallazgo –ahora cotidiano- de cuerpos sin vida, con evidentes huellas de tortura y posterior ejecución.
Ya lo tomamos como algo común, ya le dejamos de dar importancia. Eso es lo que querían nuestras autoridades y lo han conseguido.
La tarde del pasado lunes la Fiscalía General del Estado confirmó la masacre ocurrida en la comunidad de Alborada, en el municipio de Emiliano Zapata, muy cerca de la capital del estado, con saldo de al menos cuatro muertes.
El comunicado no da detalles pero la información que surgió antes de que se diera la versión oficial, habla de que al menos murió un menor de edad, y de que el acto fue cometido por un comando armado que llegó hasta la exclusiva colonia “Huizachal”, ubicada entre cafetales, que tras derribar la puerta principal disparó contra todo ser viviente en el interior de la casa.
En la zona sur las cosas no están mejor, El portal de noticias “El Piñero de la Cuenca” dio a conocer que en la última semana se registraron al menos siete ejecuciones.
El pasado lunes 12 de octubre fueron asesinados una señora de 70 años de edad, y su nieto de 15 años, al parecer por conflictos de tierras. El viernes aparecieron en un camino vecinal cercano a Minatitlán, los cuerpos sin vida de tres jóvenes y este lunes fueron encontrados los cadáveres de dos personas más.
Además, en aquella misma zona se reportaron dos secuestros, el de un comerciante y el de un empleado de Petróleos Mexicanos.
En Poza Rica, el alcalde Sergio Lorenzo Quiroz Cruz, dirigente de los petroleros de la zona, reconoció que la delincuencia ha rebasado a los elementos de la Fuerza Civil, aquella que llegó a la región tras la advertencia del Gobernador (“pórtense bien”), por lo que ahora el presidente municipal pide la intervención de la Gendarmería Nacional.
En la zona centro, además de la múltiple ejecución en el municipio de Emiliano Zapata, la Fiscalía General del Estado reportó el hallazgo de restos de tres cuerpos en un paraje del municipio de Puente Nacional.
Todo esto ocurre en apenas ocho días, y las autoridades se concretan a informar de forma escueta de las muertes, sin dar más detalles ni hablar sobre avances en las investigaciones, ni acciones para evitar que esta ola de violencia se convierta en un tsunami.
Pero ya la gente no sale a protestar contra la violencia, ya el ciudadano no se sorprende de que aparezcan cuerpos sin vida, muchas veces mutilados, otras con huellas de tortura.
Bien dice el dicho que “quien se alegra del mal del vecino, el suyo ya viene en camino”. No podemos sustraernos de estos temas, pues aunque en estos momentos no nos toquen de forma directa, si no demandamos mayor seguridad, si no nos organizamos para protegernos, muy pronto estaremos sufriendo las consecuencias.
No permitamos que la andanada de noticias frías, impersonales y hasta aburridas, con las que nuestras autoridades nos pretenden adormecer, logre su cometido.
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