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“Quiero que llegue un priista, sea quien sea”

Arturo Reyes Isidoro / Buena noticia. Un veracruzano en buen cargo federal. Ayer, Rosario Robles, Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) dio posesión al veracruzano Froylán Hernández Lara como director del Registro Agrario Nacional (RAN), quien se venía desempeñando como Director General de Administración del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Froylán es cordobés, fue delegado del Instituto Nacional Indigenista en el estado y jefe de Copladever en el  gobierno de don Fernando Gutiérrez Barrios.

(El 6 de abril de este año comenté que el martes 31 de marzo, en plena Semana Santa y en periodo vacacional, se había realizado una sorpresiva reunión en las oficinas de la Secretaría de Educación de Veracruz, a raiz de lo cual se había pedido la renuncia voluntaria de “5 mil comisionados” (“profesionistas, funcionarios, periodistas, profesores, mujeres políticas y un largo etcétera”), según me habían informado mis fuentes. Ayer el gobernador informó que fueron cesados 2 mil 173 “aviadores” y que serán jubilados anticipadamente mil 585 trabajadores excedentes, plazas que “sí pertenecen a funcionarios públicos”. Sin duda, mis fuentes no andaban mal. Tiene razón el oficial mayor de la dependencia, Vicente Benítez, cuando afirma que “los verdaderos profesores agradecerán estas medidas que se están tomando para que los recursos se vean reflejados en mejores acciones del Gobierno del Estado tanto en infraestructura educativa como en carreteras”).

(La sociedad xalapeña sin duda aprobará la acción, por fin, ayer, de Gobierno, de la fuerza pública, para liberar distintas vialidades de la capital que habían sido bloqueadas por manifestantes y que estaban ahogando la vida diaria de la capital. Ojalá y la medida sea pareja con todos los grupos que abusando de su derecho a manifestarse dañan a terceros, que en este caso es a toda la población.)

El gobernador Javier Duarte de Ochoa, jefe formal político del PRI en Veracruz no escatima adjetivos para el presidente de su partido en el estado a partir del próximo sábado.

Aparte de describirlo como un “presidente de guerra” que va a combatir a los de afuera y a cuidar a los de adentro, “que de un tiempo para acá” ha venido atacando “al de enfrente, al innombrable”, afirma que es un hombre de “muy buenas formas, incluyente, generoso, amigo, cordial”, que lo va a ayudar a fortalecer el trabajo que se viene haciendo al interior del Gobierno.

En el desayuno con un grupo de columnistas el pasado fin de semana en la casa del licenciado Carlos Brito Gómez, recordó que era sábado y que podría hablar como priista. Y lo hizo.

“Necesitamos un partido que se fortalezca con alguien como Alberto, que tenga un discurso combativo, tajante, defensor, que les pueda contestar a los de afuera… tiene que ser un factor de unidad al interior y de defensa, de ariete con los de afuera”.

Se dijo orgullosamente priista, al que jamás van a oir hablar mal de un gobierno tricolor, y por lo tanto “quiero que gane el PRI, todos queremos que gane el PRI” y “la llegada de Alberto es para fortalecer ese discurso”.

Recordó que “tarde que temprano el Gobierno terminará el 30 de noviembre de 2016, me tendré que ir, lo que quiero es que llegue un priista, sea quien sea, se apellide como se apellide”.

No eludió la inconformidad incial de los expresidentes del PRI, Carlos Brito Gómez, Gonzalo Morgado Huesca y Felipe Amadeo Flores Espinosa, con la llegada de Silva Ramos, pero dijo que eran tres votos contra nueve de los que se habían pronunciado a favor,  “que también tienen igualdad de validez”.

Pero iba en plan conciliador, de allanar y de sumar. “Soy compañero de partido de todos los priistas”, expresó y recordó que “somos revolucionarios, pero también institucionales”.

Por eso agregó enseguida: “Estoy seguro que tanto Amadeo Flores como Gonzalo Morgado y como don Carlos Brito, independientemente de su opinión en un plano personal, como expresidentes militantes habrán de darle el aval a Alberto Silva para que sea presidente, porque son institucionales y porque son las reglas del juego. El gobernador en turno (el que venga) habrá de poner a su presidente (de partido) y a su gabinete porque así es la historia”.

Sacó de nuevo a colación al senador José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla. “Repito el cariño que le tengo a Pepe. En ningún momento estoy en contra de ese proyecto, pero… debemos fortalecer la unidad… creo que si queremos abonar algo a un tema de proyección, de un proyecto como es el de Pepe, fortalezcamos la plataforma de quien pueda ser, que puede ser Pepe. Debemos enviar una señal de unidad política partidista, para mostrarnos fuertes en torno a un proyecto”.

Insistió: “En el momento en que el Presidente determine que sea Pepe, o quien sea, todos debemos unirnos con él plenamente. La decisión no depende de mí. No habrá ningún veto, el único Beto es Silva, no tengo ningún veto”. Quiso entonces que quedara registro de que existe unidad y que tanto Gonzalo Morgado Huesca como Carlos Brito apoyaban a Silva. Retomó su mensaje para decir que el gobernador se reúne con todos. “Es un grupo (el de Pepe Yunes) al que valoro, estimo, reconozco en lo personal y quiere mi partido”.

Dijo que ese había sido uno de sus propósitos con el desayuno, y, otro, mostrar que dentro de la unidad de su partido hay opiniones distintas, lo que es una riqueza del PRI, “porque si pensáramos iguales seríamos como unos zombies, pero somos un solo partido y vamos en un mismo proyecto: que el PRI continúe en el Gobierno”.

Insistió en que si hay división hay riesgo de perder. “Lo único que tenemos que mantener es la unidad y en este sentido el que es factor de unidad es el Gobierno de Veracruz. Golpear a la institución es un acto de sabotaje político. Se ha criticado mucho mi manera de ejercer el Gobierno, pero todo me ha salido como lo he planeado, no he perdido ninguna (elección)”.

Fue cuando señaló que “es un proyecto y no es ocurrencia. Les demostré mi fuerza política, que lo que me propongo lo cumplo y lo hago, paso a paso, a pie juntillas, ya lo demostré, el PRI va a ganar llueve o truene”. Por eso, agregó, se propone el fortalecimiento interno de su partido y la destrucción externa.

“Hay que hablar con hechos y no con palabras, definir una estrategia, y la he venido definiendo y la he cumplido paso a paso. Alberto viene a concretar parte de esa estrategia que viene desde el 1º de enero de 2010”, que tiene como objetivo acabar con la oposición antes de que comience la elección, “antes de que lleguen”.

“El control lo tengo yo, hay un gobierno que hace lo que tiene que hacer y que no va a permitir que le brinquen porque al final yo voy a ser el responsable de ganar la elección a favor de México, el próximo año se va a ganar”.

Remató: “Se lo dije a Manlio (Fabio Beltrones), se lo dije al Presidente: no he perdido una, con la eleción del próximo Congreso voy a arrasar. Mi candidato, no tengo, va a ser el que esté mejor posicionado”.

Al final, el gobernador propuso la foto del recuerdo en el jardín de la casa con los participantes, aunque tenía un propósito especial: mostrar juntos a Brito y Morgado con Silva Ramos. Ese sábado, la foto se publicó en casi todos los medios del estado. Duarte había logrado su propósito.