Aclarando amanece

- en Opinión

Filiberto Vargas Rodríguez / El senador José Yunes Zorrilla se esmera en ser puntual al momento de definir su postura: Aclara que nada tiene en contra de Alberto Silva, al que considera su amigo, pero cree que no eran ni el momento, ni el perfil adecuados para concretar el relevo de la dirigencia estatal del PRI.

Dice estar consciente de que esa es una prerrogativa del Gobernador y como tal la respeta, aunque no le parezca la mejor decisión.

Asegura que no hay –ni habrá- un acuerdo con el Gobernador Javier Duarte (al que también considera su amigo) respecto a la sucesión del 2016. Él está anotado entre los aspirantes, pero entiende que si llega a ser nominado, será porque desde otras instancias más elevadas decidieron que era lo adecuado, nunca como consecuencia de componendas con quien gobierna hoy Veracruz.

Yunes Zorrilla dice también que entiende la postura del Gobernador. Entiende que se resista a impulsar a políticos (como él y su compañero de fórmula Héctor Yunes) que han sido incluso más críticos que la oposición sobre su gobierno. En esa coyuntura, le parece lógico que trate de impulsar a Alberto Silva. Lo único que tendría que hacer el Gobernador –reflexiona Pepe Yunes- es analizar con detalle si puede hacer ganar a un personaje tan identificado con él.

Advierte, sin embargo, que en el comité nacional priista insisten en que la candidatura del 2016 saldrá de entre los dos senadores, que no hay nadie más.

Pepe ya pintó su raya. No tendrá contacto ni acuerdo alguno con el mandatario estatal respecto a la sucesión del próximo año. Mantendrá su postura crítica con la gestión de Javier Duarte, y tampoco asistirá a la ceremonia de asunción de Alberto Silva como Presidente del PRI en la entidad, a pesar de que se ha confirmado que estará presente el dirigente nacional, Manlio Fabio Beltrones.

Entiende que la consecuencia lógica de asumir esas actitudes será que lo veten, pero contrario a lo que expresó hace algunas semanas, no pretende rebelarse contra esa medida. Él sabe cuáles son sus tiempos, conoce sus posibilidades y acatará las reglas del juego.

Le da la bienvenida a Alberto Silva a la contienda interna por la gubernatura del 2016, y asume que –salvo que desde Los Pinos se decida otra cosa- la carrera será entre el próximo dirigente estatal del PRI y su colega, Héctor Yunes Landa, y él, Pepe Yunes, apoyará con todo a su compañero en el Senado.

Dice haber recibido puntualmente los mensajes del Gobernador, y que incluso han platicado, pero que en su momento le dejó claro que no dialogaría con él sobre de la sucesión del próximo año. Explica que no le ve caso, pues cualquier cosa que llegaran a acordar se perdería ante la mutua desconfianza.

Mientras reflexionaba todo esto el Senador y Presidente de la Comisión de Hacienda, el Gobernador dialogaba con dos ex dirigentes del PRI, ambos con declarada simpatía por Pepe Yunes –Carlos Brito y Gonzalo Morgado- y los convencía de que acudieran a respaldar a Alberto Silva en el acto en el que rendirá protesta como Presidente del Comité estatal priista.

El tema del próximo sábado, en el Consejo Extraordinario del PRI, será el de la unidad. Estará presente el dirigente nacional, Manlio Fabio Beltrones, y se anticipa una nutrida concurrencia. La percepción es que con ese evento se dará por iniciada la carrera por la sucesión.

De ahí en adelante, el que tenga más saliva habrá de tragar más pinole.

Hagan sus apuestas.

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