Un detalle se les pasó a los asesores de Peña Nieto, sin justicia social, sin seguridad, no hay reforma que funcione. Es por ello que a pesar del rosario de reformas que el gobierno de México ha implementado, la situación en el país no ha mejorado. El rostro que los empresarios extranjeros contemplan cuando dirigen la vista a México es el de un país secuestrado por el narcotráfico. La Reforma Energética lo único que ha traído son despidos en las zonas petroleras y la Reforma Educativa sólo ha traído conflictos magisteriales. Y la injusticia social se palpa en los viajes del presidente, en los derroches de su familia, en su Casa Blanca, en los negocios en lo oscurito. Pero al presidente lo que le preocupa ahora es el “populismo” de López Obrador. Ya siente pasos en la azotea.
