Gerardo Buganza, el plan “B” de Fidel

Gerardo Buganza
- en Opinión

Édgar Hernández* / Tras el descalabro del domingo producto de inopinado chistorete del  gobernador Javier Duarte que provocó la ruptura con el aspirante Héctor Yunes Landa, con una consecuente alteración del tablero político electoral, nueva baraja se abre.

Con un PRI estatal semidestruido, con los dos aspirantes, Héctor y Pepe Yunes, en franca ruptura y distancia, y con la negativa del centro de no permitir un día más la presencia de la Fidelidad manifiesta a través de Erick Lagos y Alberto Silva, la cúpula del poder se mueve en lo oscurito .

Saca de la manga al, este sí, empleado del gobierno, Gerardo Buganza para arrojarlo a la arena electoral y hacerle ganar la gubernatura como candidato independiente.

De hecho, en el diseño político de Fidel Herrera estaba contemplado un escenario alterno de este tipo particularmente si la situación se polarizaba previendo incluso una intempestiva destrucción del tablero de parte de Javier Duarte, tal como sucedió el pasado domingo en donde todo se planeó con premeditación, alevosía y ventaja.

La admonición de que ningún Yunes sería apoyado por la Fidelidad se cumplió en el atrabancado Duartismo que no duerme por pensar en la siguiente maldad contra Miguel Angel Yunes Linares, quien ya mismo está que no cabe de alegría.

Tras el diferendo Javier-Héctor se colocó en el top-ten. Es el principal beneficiario –Pepe resultó atropellado- de la lucha política. La destrucción priista jarocha sirve a la causa yunista para  arrebatar la plaza.

Por ello Gerardo Buganza Salmerón se convierte, en automático, en el plan “B”, en el factótum sucesorio.

Al no poder levantarse de la lona el PRI en Veracruz producto de la división y estar totalmente decida la cúpula a impedir que un Yunes llegue, aun cuando sea nominado desde el centro, es que toda la operación política del gobierno se enfocará en el mal llamado “Tiburón Veracruzano”.

Buganza será el receptor de la compra del voto.

Será el ganador de todo lo que hagan los operadores electorales, de un presunto desvío del voto duro en su favor y de los 2 mil 500 millones de pesos que se tienen previstos para ganar la elección para renovar la gubernatura.

De ahí el bajo perfil en que hasta hoy se mueve.

De ahí que nade de a muertito. El ya está bien platicado con Fidel. Ya está en la misma sintonía con Javier y con el escenario puesto para ser el plan “B”

Todo están cubierto.

El gobernador será garante de un proceso electoral democrático; no dejará pasar a los Yunes rojos y el eterno enemigo de Fidel Herrera, Miguel Angel Yunes Linares, volverá a fracasar. Juego perfecto.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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