Sergio Alejandro Villa / En mi corto entender y más por mero ejercicio de libre expresión que por rigor científico, me atrevo a usar el término efecto mariposa en mi opinión del día de hoy. Pido comprensión y flexibilidad a los eruditos del tema, ya ven que luego andan muy sensibles cuando alguien osa invadir sus terrenos teorizantes y doctrinarios. Aclarado lo anterior, paso a lo siguiente.
Como todo lo malo se pega, dijera mi agüelita, imito al docto y súper cuate de Maurichio Audirac, don Ricardo García Guzmán y acudo al famoso portal de Wikipedia para colocar los términos idóneos que puntualizan el famoso efecto mariposa: «…implica que si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a corto o mediano plazo de tiempo. Esta interrelación de causa-efecto se da en todos los eventos de la vida. Un pequeño cambio puede generar grandes resultados o hipotéticamente: el aleteo de una mariposa en Hong Kong puede desatar una tormenta en Nueva York».
Leo la carta abierta publicada por los integrantes de la Junta de gobierno de la Universidad Veracruzana, dirigida al gobernador Javier Duarte de Ochoa, recordándole del compromiso legal y presupuestario que tiene el gobierno del estado de Veracruz para con la comunidad universitaria, que a la letra dice: “La carencia de estos recursos propició que se limitara significativamente el crecimiento de la matrícula, la diversificación de laboratorios y talleres, programas educativos, la consolidación de la investigación, la creación y recreación artística y deportiva, el mantenimiento y renovación de la infraestructura física y el equipamiento de llegando, incluso a no pagar oportunamente los salarios del personal universitario».
Por supuesto que todo es importante, según leo, pero, en especial la parte que señala —a falta de recursos económicos— la limitación significativa del crecimiento de la matrícula.
Acudo entonces, a la teoría del efecto mariposa y pienso en todos esos jóvenes veracruzanos de escasos recursos, dijera el malogrado Colosio provenientes de la cultura del esfuerzo, estudiantes brillantes que se quedaran sin estudiar gracias al saqueo del que ha sido objeto el erario público. Gracias al aleteo no de una mariposa sino de aves rapaces, buitres del erario.
También pienso en esos esforzados padres que lo único que pensaban dejarles a sus hijos era una educación universitaria para que hicieran frente a la vida.
No puedo imaginar la dolorosa frustración de ambos, padres e hijos, de sus familias.
Para mi desgracia. Mi imaginación va más allá y pienso que alguno de esos jóvenes talentosos que ya no podrán estudiar, pues de haberlo hecho uno de los miles de ellos descubriría una cura para alguna terrible enfermedad flagelo de la humanidad, o que otro inventaría combustibles más ecológicos o tal vez una mujer investigadora creara una cura contra el cáncer que tantas muertes femeninas provoca…
Para quienes no pensaban que la falta de honestidad de los gobernantes —uno o varios ladrones— su ambición desmedida y su poca madre para robar no les afectaban. Aquí trato de darles un ejemplo.
Ahora, imaginen que uno de esos miles de jóvenes que a falta de estudios, en un efecto mariposa, con el tiempo decide ser el más grande criminal que ha tenido Veracruz. Y él, junto con su banda un mal día ataca a su familia o a sus seres cercanos, le roba su patrimonio de vida o secuestra y mata a un ser querido.
Ojalá y no sigan pensando que lo que mal hacen nuestros gobernantes no tiene repercusiones en nuestra vidas.
Ojalá también, en los jóvenes veracruzanos tengan en su memoria quién o quiénes fueron los que les quitaron la oportunidad de tener una mejor vida.
Y que ellos, ahora que van a votar, hagan un efecto mariposa cuyo aleteo en las urnas, les quite el poder a los saqueadores y los lleve hasta la cárcel.
PD. Con esa inexplicable sensibilidad, nuevamente el gobernador de Veracruz usa su derecho de réplica y dice de todo, pero menos si debe o no, y cuándo les entregará el dinero a la universidad veracruzana.
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