El gobernador haría bien en no andar retomando asuntos de los cuales él ya se desmarcó. Andar a cada rato repitiendo que él no tuvo nada que ver con la muerte de Rubén Espinosa es poner en duda esa afirmación. Por ello se hubiera ahorrado la disculpa a la cantante Susana Zavaleta, quién no le reclamó sólo por la muerte de Rubén Espinosa, sino por el clima de inseguridad que viven los periodistas en todo el estado. Por ejemplo, se sigue esperando que se dé con los responsables de la agresión a Karlo Reyes y que se le restituyan sus implementos de trabajo.
