Juan David Castilla / Xalapa, Ver. Las instituciones de educación superior y los medios de comunicación representan un peligro para los gobiernos autoritarios y violentos que revierten el diálogo y la racionalidad como forma de construir el mundo, señaló el director general de Desarrollo Académico e Innovación de la Universidad Veracruzana (UV), José Antonio Hernanz Moral.
El académico criticó las versiones de algunos medios informativos internacionales que catalogaron a la máxima casa de estudios del estado como la universidad más peligrosa del mundo hace unas semanas.
«A mí todavía no me han arrancado ninguna parte de mi cuerpo, pero yo creo que a este tipo de noticias se les puede dar la vuelta, la persona más peligrosa de Atenas en el siglo quinto antes de Cristo, era un señor que se llamaba Sócrates. En 1940, la persona más peligrosa para el imperio británico era un señor que se llamaba Gandhi».
En rueda de prensa, realizada en la Galería “Ramón Alva de la Canal” para dar a conocer el evento “Diálogos interdisciplinarios por la paz” a efectuarse del 21 al 26 de septiembre, el especialista en Filosofía dijo creer en el poder de la palabra y en el discurso para cambiar al mundo.
«Me gustaría que la Universidad Veracruzana fuera la universidad más peligrosa del mundo para los autoritarios, para los violentos y para todos aquellos que quieren revertir el diálogo y la racionalidad como forma de construir el mundo, yo creo que a esto deberías de aspirar, pero me encantaría que formáramos parte de los diez más buscados como universidades peligrosas (para los violentos)».
Hernanz Moral repudió que en México, según información de organismos internacionales, sea más peligroso ejercer periodismo que cualquier otro trabajo o empleo.
«Eso es muy llamativo y a todos nos afecta. En ese sentido, uno de los temas centrales de estos diálogos tiene que ver con los medios de comunicación».
Finalmente, el director general de Desarrollo Académico e Innovación destacó que los medios de comunicación juegan un papel fundamental para garantizar un Estado democrático.