Édgar Hernández* / Está llegando a su fin el más cuestionado gobierno estatal que se tenga memoria en Veracruz.
Con él la vuelta a la ominosa página.
Se va a cerrar y sepultar a la Fidelidad; se llevará ante un juez a los saqueadores y por la vía de un gobierno de transición 2016-2018 se sentarán las bases que restauren del erosionado tejido social, se ordenen las finanzas y se rompa la alianza con el crimen organizado.
Y es que para el colmo de males en este último punto, ahora resulta que Veracruz está plagado por los “Zetas”, el “Cartel del Golfo” y “Nueva Generación.
Veracruz, por tanto, no habrá de conducirse más en base a ocurrencias, de la demagogia y no habrá cabida para los improvisados.
Tanto Pepe Yunes como Héctor Yunes Landa, quienes abrazan el proyecto de los siguientes ocho años, tienen claro que habrá de llegar a su fin el tiempo de los amigos y compadres; no tendrán cabida los que lleguen con proyectitos bajo el brazo a aprender, ni los ratas que transitan de un lado a otro de la administración pública.
Para el próximo gobierno de dos años –que en realidad es un gobierno de 15 meses, según Pepe por el tema de las elecciones para el 2018-, ambos senadores se han propuesto, cada quien por su lado, allegarse a los mejores hombres que tiene Veracruz para organizar la transición.
“No más ocurrencias ni improvisaciones”, ha dicho Héctor. “En mi gobierno no quiero gente que llegue a aprender ya que es muy corto el tiempo de gestión”, promete José Francisco Yunes Zorrilla.
Y es que para el bianual se requiere en materia financiera de expertos con la asesoría de la SHCP, a fin de reestructurar la deuda pública y regularizar la calendarización del gasto corriente, así como la implementación de medidas de austeridad para la burocracia y atajar el desvío de recursos, así como calendarizar y cubrir la cartera de adeudos.
En lo social urge echar a andar Veracruz, paralizado y sumido en la extrema pobreza al cumplir más de una década de promesas y programas sociales que nunca llegaron.
Ello incluye la reactivación agropecuaria, la industria y el comercio y la incentivación de la iniciativa privada.
De parte de quien llegue Pepe/Héctor; Héctor/Pepe habrá compromiso con los medios de comunicación social de garantizar no solo la libertad de expresión sino la vida misma de los periodistas. Hoy Veracruz es el cementerio de los periodistas más grande del mundo.
Y en materia de seguridad pública hacerla buena, efectiva, sin escenografías ni pactos con criminales. Y para ello se requiere de gente probada y con experiencia.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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