Salvador Muñoz / Me encuentro con el mensaje previo al Tercer Informe de Enrique Peña Nieto, donde muestra la banda presidencial, y al colocarla de nuevo sobre el escritorio, a punto estuvo, por deslizamiento, que cayera al suelo. Las redes de inmediato empezaron a hacer mofa del suceso. El insulto más común se hizo viral entre los comentarios de burla hacia el Presidente… lo que me sorprendió es que nadie haya visto lo que yo vi: Un Enrique Peña Nieto con reflejos felinos (así dice el lugar común), que evitó que la Banda Presidencial tocara el suelo.
II
No vi el mensaje del Tercer Informe… lo leí. Me llevó media hora hacerlo aproximadamente.
Me llaman la atención varios puntos de ello, por su cruda realidad. Oír a Enrique Peña Nieto aceptar que “México enfrenta una situación de desconfianza en lo interno, y de incertidumbre en lo externo, por la economía internacional”, me lleva a entender, de cierto modo, esa pasión con la que miles de mexicanos hacemos catarsis denostando o insultando a nuestras Instituciones.
Otro punto a resaltar es que Peña Nieto reconozca que, a pesar de los esfuerzos para combatir la Pobreza Extrema, en Medición de Coneval, “de 2012 a 2014, el número total de mexicanos en condiciones de Pobreza, aumentó en 2 millones de personas”.
III
Reproduzco el comentario que hizo el Presidente respecto a la educación en Oaxaca… no tiene desperdicio: “Uno de los mayores desafíos, fue liberar a la educación pública en Oaxaca, de los intereses particulares que la mantenían cautiva desde hace décadas. Por eso, en un esfuerzo conjunto con el gobierno del estado, se tomaron las medidas necesarias para transformar el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, recuperando así la rectoría de la educación en esa entidad. Con responsabilidad y firmeza, el Estado mexicano está superando los obstáculos y bloqueos que impedían brindar una Educación de Calidad en Oaxaca”.
Estamos de acuerdo que nadie se enoja por ello, ¿verdad?
IV
La caída del precio del petróleo así como sus ingresos y el incremento en las tasas de interés que va de la mano con la deuda pública, es otro punto que dio pie a que declare que no habrá impuestos, no habrá deuda ni requerimientos financieros. “Le toca al Gobierno apretarse el cinturón”.
En donde sí le reclamaría, si tuviera oportunidad, sería en eso de que bajaron las tarifas eléctricas… mi recibo, desde la famosa Reforma Energética, se duplicó. En Amatitlán, a la alcaldesa Maritoña Sena Cárdenas, nomás le llega en 500 mil pesos y aunque ya habló con la CFE, nomás no gana una. Incluso, a sabiendas de que el Senador Héctor Yunes Landa anda viendo ese problema en la zona de los Tuxtlas, dice que en la primera oportunidad, le pedirá ayuda, no importando que ella sea del PAN y el del PRI.
V
Pero de todo su mensaje, me llamó la atención su postura ante los sentimientos de preocupación y enojo que se manifiestan en medios digitales y redes sociales. En ello, el Presidente también manifiesta su preocupación cuando existe un ambiente de incertidumbre: en afán de encontrar salidas rápidas, las sociedades opten por salidas falsas. “Me refiero al riesgo de creer que la intolerancia, la demagogia o el populismo, son verdaderas soluciones”.
Recordé entonces la facilidad con que llamamos “Pendejo” al Presidente. Porque creímos que traía las calcetas al revés… porque se le iba a caer la Banda Presidencial… porque confunde nombres o “genera” nuevas entidades federativas… y por una cantidad de cosas que van desde la famosa “Casa Blanca”, caídas de pastel, anunciar su Segundo Informe cuando es el tercero, y lo que usted quiera agregar o recordar.
VI
Cierto… no creemos en las instituciones pero no es algo nuevo. Tenemos desconfianza de la policía, de los jueces, del diputado, del Gobernador y hasta del Presidente. Un pueblo sin dinero, sin empleo o mal pagado, poco a poco va perdiendo la esperanza y la confianza en quienes prometen eso, dinero y trabajo.
Puede entonces que esa desconfianza, encono y frustración hacia nuestras autoridades o instituciones sean comprensibles, pero me intriga saber cómo alguien que califica de Pendejo a Enrique Peña Nieto no sea entonces nuestro Presidente… ¡claro! componer al mundo desde el twitter o el facebook, ¡hasta yo!
Perdón, pero hablar de que hay un Pendejo en la presidencia me da lugar a pensar que es un Pendejo el que gobierna a otros pendejos…
“De manera abierta o velada, la demagogia y el populismo erosionan la confianza de la población; alientan su insatisfacción y fomentan el odio en contra de instituciones o comunidades enteras”: Enrique Peña Nieto. III Informe
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