De Veracruz en cuestión económica, poco bueno se puede decir. Así o mostró una reciente publicación de El Economista, portal especializado en finanzas. En el artículo se alerta de un posible coahuilazo en el estado por la deuda que asciende a más de 41 mil millones de pesos, pero lo que realmente preocupante es el aumento de los pasivos, que se han incrementado en un 93 por ciento, que traducido a dinero es algo así de 37 mil 798 millones de pesos. Lo anterior solo indica un desorden financiero en la entidad gobernada por Javier Duarte de Ochoa, que tiene como única salida, como ya se va manejando, una restructuración de la deuda. Algo que solamente significará una salida momentánea, pues se tiene el riesgo de heredar para la próxima minigubernatura, como lo menciona el artículo de este portal, «una bomba de tiempo» que impedirá el crecimiento del estado. Los analistas ahora enfocan sus comentarios en el caso de Veracruz, que ya en el olvido quedó aquel lamentable episodio del estado de Coahuila.
