¡Ay! de aquellos que prestan atención a las declaraciones de un sujeto que cada semana cambia su versión, todo dependiendo de donde sopla el viento. Un día dice que se golpeó solo y otro día que los que lo detuvieron lo golpearon; un día dice que tuvo abogado defensor y otros día que no tuvo. El señor sigue inventado historias dependiendo de quién se las dicte. Y allá se van de hocico todos los que quieren pervertir el caso de la Narvarte, procurando enterrar el caso en la ignominia, fabricando impunidad para los verdaderos asesinos.
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