Era de esperarse, el asesinato de Rubén Espinosa en primera plana de la revista Proceso. Sobre una foto del fotoperiodista la sentencia: «La investigación manipulada». Y es que en una semana la Procuraduría capitalina ha cambiado sus propias versiones, ha filtrado fotos a los lacayos del amarillismo, ha pagado textoservidores para desorientar a la opinión pública, se ha valido de la nacionalidad de una de las víctimas para prejuiciosamente indicar que las drogas tuvieron que ver con la muerte. Si quiere usted tener un ejemplar de esta revista salga a comprarla ya, porque la estrategia del gobierno será sacarlas de los expendios al precio que sea; para eso sí hay presupuesto.
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