El agua de Xalapa

- en Opinión

Por favor, escoja la respuesta más lógica: Si el 67 por ciento del agua que llega a Xalapa de Chilchotla, Puebla, está contaminada…

A.- ¡Qué poca madre de ese municipio poblano de enviarnos porquería!

B.- ¡Qué resistentes somos a los “bibis”!

C.- Por eso es un negociazo la venta de garrafones de agua.

D.- Las tres juntas.

II

Hacer fila en un grifo tras una exitosa cascarita de futbol era un ritual… se respetaba el lugar así como la sed de quien se posesionaba de la llave. ¡Y vamos! agacharse tenía una técnica tan especial pues se plantaba una rodilla al suelo, la mano derecha controlaba la salida del agua y se hacía una contorsión de cuello extraordinaria que la misma Linda Blair (El Exorcista) envidiaría… ¿y quién se enfermaba de la panza? ¡Nadie!

Hoy, los únicos grifos que conozco son algunos vecinos que les gusta quemarle las patas al diablo, porque si existe uno de agua en el patio de alguna casa, éste sólo se utiliza para, vía manguera, regar el jardín o lavar el carro… no más.

Hoy, las madres y hasta algunas abuelas tienen anatemizado al bendito grifo que apagó mi sed cuando era niño.

III

Yo preparo mi café con agua directa de la llave… pero la Mujer brinda agua de garrafón a mi perrhijo ¡y pobre de mí si me sorprende sirviendo en su recipiente agua del fregadero o lavamanos… ¡me lanza cuatro palabras que haga de cuenta que si mi Harry toma agua de allí, seguro se convierte en Perro-zombie!

Pero mi café está sabroso… mientras lo tomo, preparado con agua de la llave, creo que eso de que las tuberías están contaminadas es un pinche cuento de estas empresas que venden garrafones de agua… ¿o será que soy “el Señor Zero” y soy inmune a toda la Caja de Pandora que el alcalde de Chilchotla dice que tiene su agua? Si estuviera Fidel Herrera ¡ya tendría mi estatua!

IV

Allá por 1990ytantos, cómo se puso de moda traer botellitas de agua… si era Evian, ¡mejor! no importaba que después de que te acabaras el agua, rellenaras la botella con el garrafón donde todos los empleados tomaban en un vasito o con la que preparaban el café.

Como se descubrió a estos “mamoncitos” rellenadores de botellas de agua “fresa”, entonces dejaron al lado el agua y empezaron a fabricar ¡botellas! ¡botellas de colores! ¡de diferentes tamaños! ¡adaptables a tu mochila, a tu bici, a tu carro! de tal manera que fuera fácil traer la botella de aquí para allá… ¡vamos! ¡hicieron botellas ergonómicas! Que se adaptaban a tu mano, no importa que fuera chica, grande, con callos ¡o hasta peluda! El asunto era y es traer la botella a cualquier lado porque cuando alguien te ve con una en la mano de seguro dice: ¡Mira! ¡Qué sano es Salvador! ¡de seguro viene de hacer ejercicio! ¡hasta flaco se ve! ¡Ya se parece a Nemi Dib!

V

Les insisto… yo tomo agua de la llave… y no porque le haga caso al acua-regidor Silem García Peña, titular de la Comisión edilicia de Aguas, drenaje, alcantarillado y anexas, quien dice que antes de que llegue el vital líquido a mi cafetera, pasa por un proceso de cloración y potabilización…

Creo que lo que pretende el alcalde de Chilchotla, Valentín Medel, es lo mismo que nos hacen en los restaurantes que se dicen “finolis”: ¡Nos quiere chingar!

Va usted a un restaurante y pide un vaso con agua ¡y le traen una botella! El mesero se la descorcha como si fuera un “Vega Sicilia” y sirve con la misma ceremonia… ¡claro! cobran el agua como si fuera vino… igualito que el alcalde de Chilchotla… quiere cobrar el agua como si fuera vino… o más bien, ¡quiere llevar agua a su molino!

¿O no me diga que es de a gratis la preocupación del alcalde poblano para que no tengamos la panza llena de lombrices? Bueno, pero la realidad, es que si no tenemos fuentes de abastecimiento porque nos la hemos pasado chingando bosques y desapareciendo pozos de agua, Américo Zúñiga tiene que ver la manera de que cumpla su deber como edil para tener la ciudad al cien por ciento con el servicio del agua pero sin que nos haga víctimas de un chantaje o extorsión del poblano… ¡luego porqué les dicen Pipopes!

VI

Mientras tanto, retando al alcalde de Chilchotla, Valentín Medel; a la misma Mujer; y quizás a mis anticuerpos, sigo preparando mi café con agua directa de la llave… y pienso que es seguro que quien mandó a crucificar a Jesús, fue gente de la Coca-Cola… un cabrón que del agua hacía vino, sin más equipo que unas jarras, era un peligro para su economía. Por eso, las grandes empresas han hecho con el agua un excelente negocio… ya no sé si me toque ver cuando Coca-Cola nos quiera vender el aire… por el momento, un buen trago de café… con agua del fregadero…

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