Quienes han visto la serie Breaking Bad saben que el más grande distribuidor de metanfetaminas, llamado Gustavo Fring, se esconde en un restaurante llamado “Los pollos hermanos”, un expendio de pollo frito. Desde ahí controla el laboratorio que fabrica grandes cantidades de droga. Pues como si tratara de imitar a la multipremiada serie Breaking Bad, la policía de Cedar Rapids en Iowa descubrió un laboratorio de metanfetaminas en el interior de un restaurante Taco Bell. Igual que en la serie, un joven de 31 años y un adulto de 56 se dedicaban a fabricar la droga en un laboratorio que habían instalado. Otra vez, la realidad superando a la ficción.
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