Francisco de Luna / Xalapa, Ver. Eran las 2 de la tarde, el cielo se nubló, corría el viento que movía la flama de las veladoras que fueron colocadas en la plaza Regina Martínez, para despedir al fotoperiodista Rubén Espinoza Becerril.
Tres fotografías en blanco y negro de Rubén, eran acompañadas de flores blancas y rojas, así como el mensaje: «De ti aprendí que el trabajo se disfruta, que la sonrisa es la mejor cura para el estrés y que tu luz no se apaga con tu partida».
La escena no podía ser diferente. La impresión por el asesinato del reportero aún no podía tener repuesta. En la plaza central los reporteros se observaban cabizbajos, llorando y mostrando consuelo entre el gremio.
Los periodistas se colocaron un moño negro para guardar luto en memoria del compañero de trabajo. En ese momento pidieron aplaudirle «porque él siempre luchó por las causas sociales y exigir justicia por los crímenes contra periodistas».
Los aplausos se dejaron escuchar a la misma hora de cuando el cuerpo de Rubén Espinoza era sepultado en la ciudad de México.
A lado de sus fotografías fueron colocadas las cámaras fotográficas, grabadoras, rosas, claveles rojos y blancos.
Uno de los luchadores sociales que se identificó como Majloc, leyó un escrito en el que dijo «Veracruz, gobernado por la tiranía, marrana, fascista con ganas, con muchas pinches ganas de matar».
«El arte de cazar el momento que la luz y el objeto hacen milagro. Amigo cómo te extraño. Las caminatas, las pláticas, los pasos sobre la marcha, los gritos para la justicia a convocar. Cómo te quiero. Tranquilo, observando y pasando la tarde haciendo la selección de fotos para entregar».
Mientras él recitaba el mensaje, el rostro de los reporteros no podía ser diferente. Tristes, volvieron a llorarle, porque recordaron esos días de charlas, de convivir trabajando en la noticia.
El mensaje de Majloc fue precisó. «Lo mataron y no hay vuelta atrás. Nos han tocado el corazón y nos han quitado de la lucha, la imagen, la alegría. Nos han declarado franco y claro que nos van a matar como a los periodistas de a uno por mes este año».
«Tengo tu voz atorada en la garganta. Tengo la lente dispuesta a disparar. Tenemos presente los crímenes imputados por el Estado. La libertad de expresión y justicia social. Ese fue el veredicto de Duarte y su PRI, amo», dijo Majloc.
«Somos Rubén y Nadia, somos pueblo que despierta y no gusta. Que reclama, somos la piedra en tu zapato, tu empañada ventana. Somos más y estamos desarmados. Para ti somos pocos, pero nos amamos y a ti te odiamos».
Al final del mensaje, gritó el nombre de Rubén Espinoza y los reporteros respondieron «presente, presente». «Rubén vive y pedimos justicia, justicia». Luego se abrazaron ante la pérdida de uno de los reporteros que luchó por causas sociales.