En México, en el caso de un periodista asesinado, sin importar el estado, se siguen siempre los mismos “protocolos”. Primero tratar de señalar que se trata de un delito del orden común, con ello pretenden minimizar el hecho. Después se ponen a buscar la manera de incriminar a la víctima, para así fomentar la idea de que la víctima es responsable de su muerte por la vida “criminal” que lleva. De acuerdo con las declaraciones del procurador capitalino Rodolfo Ríos Garza, eso es lo que se pretende en el caso de Rubén Espinosa. ¿Pasarán por alto que muy a tiempo Rubén Espinosa declaró que salía de Veracruz por amenazas?
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