Platico con un verdadero experto en el tema ambiental, ni más ni menos que el secretario de Medio Ambiente de Veracruz, el ingeniero Víctor Alvarado Martínez, y me aporta datos adicionales a lo que publiqué en el “Sin tacto” pasado sobre el tema de los abundantes desperdicios de comida que tiran a la basura los grandes supermercados en todo el mundo.
“Es un tema de mucha profundidad y relevancia para la humanidad”, me dice para abrir boca, y se ahí se sigue con una muestra de conocimiento y de emoción, la misma que muestra siempre que se refiere a algún aspecto que tenga que ver con el área de su especialidad:
“Las Naciones Unidas han definido este tema como de atención estratégica. Y desde el punto de vista ambiental ha sido catalogado como uno de los más importantes.
“Por dos aspectos en particular:
“1. La mitigación del cambio climático. Esto está relacionado con el cambio de uso de suelo a nivel mundial (que es el factor número uno que ocasiona la pérdida de cobertura vegetal conservada y es también una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero).
”2. La pérdida de biodiversidad y servicios ambientales a nivel mundial que el punto anterior conlleva”.
El joven secretario es uno de los dos funcionarios que han permanecido en el gabinete desde el inicio de la administración de Javier Duarte; el otro es el Secretario de Desarrollo Económico, Erik Porres Blesa. Y tiene que ver la permanencia de ambos porque llegaron al puesto no por negociaciones o concesiones políticas, sino por su perfil profesional. Con lo que me quedo con que “trabajo mata grilla”.
Víctor me aclara que su comentario sobre la comida de los supermercados “es a manera muy muy sucinta”. Y no tengo más que coincidir con él cuando me dice que “el tema es mucho más profundo.”
Por lo pronto, me explica que “los efectos positivos del aprovechamiento de los alimentos no comercializados y de los propios alimentos no utilizados/aprovechados en los hogares trascienden la esfera económica, para insertarse totalmente en el contexto social y ambiental.”
Su comentario culmina con una frase contundente:
“Consumo, es la palabra” (y con ello quiere decir “consumo razonable”, “consumo justo”, “consumo verdaderamente humano”).
Y sí, lo que hagamos para aprovechar integralmente la producción de alimentos en todo el mundo, en nuestro país, en nuestro entorno regional, será una de las medidas cruciales para combatir la hambruna que padecen millones de seres humanos en todo el orbe.
Es el momento en que todos nos levantemos en todas partes para exigir que la comida se distribuya y se aproveche por motivos humanitarios y no por razones económicas.
El capitalismo salvaje nos ha llevado a poner el dinero por encima de las vidas humanas. Para muchos, la riqueza es lo importante, pero hay que recordarles que no hay ganancia que valga ante el hambre de un niño.
Es la hora de actuar.