Interesante, pero a la vez muy preocupante, la nota que el director general editorial de El Economista, Luis Miguel González, le dedica al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, sobre la deuda que ha adquirido el mandatario a falta de un año de concluir su administración. En ella menciona la deuda heredada por su antecesor, Fidel Herrera, que asciende a casi 18 mil millones de pesos, y en comparación a esta cifra, sorprende los más de 40 mil millones que lleva el originario de la ciudad de los 30 Caballeros. También extraña a Luis Miguel González el mal manejo de las finanzas en Veracruz, porque Duarte de Ochoa es un doctor en Economía, y conoce a fondo el manejo de los dineros veracruzanos al haber ocupado la secretaría de Finanzas en la anterior administración. Ahora que está por concluir el sexenio duartista, las facturas empiezan a salir a la luz: cuentas de empresas constructoras, acreedores que prestaron servicios para los Juegos Centroamericanos y del Caribe (los mejores de la historia si no mal recuerdo, cacarearon los oficialistas), y hasta el ADO, quien rentó sus autobuses para la justa deportiva, han levantado la mano para hacer visible el desastre administrativo. Aún falta un año para que acabe este gobierno y la deuda va a crecer, de eso no cabe ninguna duda. Lea la nota de El Economista en este enlace.
Un desastre económico llamado Veracruz
Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.