La semana pasada me tocó presenciar una marcha de jóvenes en el Estado de Puebla, cada uno de ellos exigía un lugar en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Al igual que la Universidad Veracruzana no se da abasto para la demanda educativa y más de 11 mil jóvenes quedaron fuera. El sueño de millones de mexicanos es poder cursar una carrera universitaria, para así acceder a un trabajo.
Cuando sales de la educación superior lo primero que pasa por tu cabeza es que ha llegado el momento de trabajar, y si bien eres consciente de que un puesto no aparece de la noche a la mañana, la realidad es que nadie te dice cuan duro puede ser encontrarlo, ni lo difícil que será enfrentar los gastos e impuestos con ese salario. Esto es el proceso normal para los egresados de la universidad, ir a múltiples entrevistas, competir por un trabajo, ser rechazados y seguir en la búsqueda hasta que alguien te dé una oportunidad.
Sin embargo, cuando eres la sobrina del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos quizás baste con haber egresado de una de las universidades más costosas del país para que en menos de un año ocupes una subgerencia en Petróleos Mexicanos (PEMEX), ganando alrededor de 59 mil pesos mensuales, con viajes pagados a Nueva York y todo tipo de prestaciones. De acuerdo a una investigación realizada por el equipo de Aristegui Noticias, María Fernanda Said Pretelini llegó a la subdirección de comunicación social sin que la plaza fuese sometida a concurso. Así mismo, menciona que en la solicitud de cobertura de vacante consta que ella fue la única candidata para ese puesto.
La joven de 25 años, no es la primera que causa polémica por ocupar un cargo público aún con poca experiencia, el mes pasado, se dio a conocer que el hijo de la periodista Adela Micha, Carlos Gotlieb Micha cobraba un sueldo de 19 mil pesos en la Secretaría de Gobernación sin siquiera presentarse. Lo preocupante de todo esto es el contraste que hay detrás, en la actualidad no basta con tener un título universitario. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México existen 884,237 personas que cuentan con un grado superior de estudios pero se encuentran desempleadas.
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México se ubica en el tercer lugar con la tasa de desempleo más baja, luego de Corea y Japón, no obstante el 79.9% de las personas desocupadas son las que cuentan con más preparación, ante esto la OCDE llamó a los gobiernos a asegurar que los egresados salgan de las escuelas con competencias necesarias para su inclusión en el campo laboral. En el estudio de Perspectivas de las competencias realizado por la misma organización, se destaca que el 10% de los recién graduados tiene habilidades de comprensión lectora pobre y el resultado es similar en matemáticas con el 14%.
Ante el panorama actual las universidades deben adaptarse a los perfiles requeridos por el mundo laboral, los jóvenes deben prepararse por todos los medios posibles, no sólo en el aula de clases y los puestos de trabajo deben asignarse de acuerdo a lo requerido para cada una de las tareas y no por nexos familiares. Claro que no todo es responsabilidad del gobierno o las empresas, creo firmemente que existe mucho potencial en México y que hay personas que cuentan con la capacidad suficiente para plantear proyectos, crear empresas y evitar la fuga de capital en el país, invito a los lectores a trabajar con el talento desde temprana edad, quienes tienen hijos involúcrense en su aprendizaje e incentívenlos a nunca conformarse con lo aprendido en la escuela, para mí, ahí está la verdadera clave del éxito.