Se incendian las redes porque el Gobierno del estado desalojó a supuestos maestros chiapanecos que bloquearon el centro de la ciudad; supuestos maestros que hasta el momento no se sabe a qué venían a la ciudad de Xalapa. Miles de usuarios, a priori, denunciaron secuestro, denunciaron represión. Pero, ¿y si hubieran sido los 400 Pueblos? Entonces en las redes aplaudirían que se les detuviera y que se impidiera que ese grupo hiciera desmanes en la ciudad. Miles de usuarios en las redes sociales piensan poco, meditan menos y reflexionan nada.
Pero ellos quieren que los medios reaccionen como ellos. Quieren cabezas que digan «Yunes Linares represor de maestros; los secuestró y los torturó». Pero todavía no sabemos a qué venían esos maestros y qué les dio valor para cerrar el centro. Versiones que están surgiendo señalan que fueron gente traída por el candidato de Morena a la gubernatura, Cuitláhuac García, quien quiere sentirse un poco López Obrador, quien cree que la candidatura le da venia para llamar agitadores a que vengan a hacer de las suyas en Veracruz.
Cuitláhuac no tiene qué hacer. En Veracruz sólo va a hacer campaña cuando pise suelo jarocho López Obrador. Después sólo le quedará irse al Cinepolis a ver una función doble y esperar a que el Efecto Peje lo lleve a la gubernatura de Veracruz, cosa que, por cierto, no va a suceder.
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