El presidente de los Estado Unidos, Donald Trump, tomó la decisión de hacer “manita de puerco” a los países que en la ONU votaron por no reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. Trump reclamó a esos países que reciben recursos de los norteamericanos, es decir asistencia financiera, y que en el Pleno de la Asamblea General de la ONU votan en contra de las resoluciones de los norteamericanos.
El presidente Trump fue demasiado enfático: «Ellos toman cientos de millones de dólares e incluso miles de millones, y después votan en contra nuestra. Bueno, estamos viendo esos votos. Dejen que voten en contra de nosotros, vamos a ahorrarnos mucho (dinero). No nos importa».
Para el presidente de los Estados Unidos la asistencia financiera que su gobierno brinda a países aliados no es para fortalecer la democracia en esos países, o para combatir el narcotráfico, ese dinero, según Trump, es para que validen los caprichos y las decisiones vesánicas de un presidente enfermo de poder.
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