En Eclesiastés, el libro que escribió el rey Salomón, en su capítulo 4 verso 13, se puede leer: «Mejor es un joven pobre y sabio, que un rey viejo y necio, que ya no sabe recibir consejos». Qué bien describe esta cita al presidente republicano Donald Trump, un dinamitero loco que no toma en cuenta las consecuencias de sus decisiones. Su pronunciamiento de reconocer a Jerusalén como capital de Israel en un mundo árabe lleno de conflictos históricos, ha levantado una ola de violencia.
El día de ayer, 25 palestinos resultaron heridos, uno de ellos en estado crítico, en choques con las fuerzas israelíes en Cisjordania y Gaza, en un Día de la Ira como se le ha llamado a la cruzada por la declaración del atravesado presidente norteamericano. Si los norteamericanos estaban en temor a los ataques terroristas, con la decisión de su presidente se piensa que los ataques terroristas se acrecentarán.
Por lo pronto en Gaza, los altavoces de las mezquitas instaron a la población a tomar las calles y manifestarse en apoyo a Jerusalén y decenas de jóvenes marcharon hacia las fronteras para enfrentarse a los soldados israelíes. Ya veremos las consecuencias por la decisión disparatada de un presidente viejo y necio, que no piensa en sus gobernados.
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