El resultado que arrojó el cómputo final dando el triunfo a del Mazo, sólo viene a confirmar lo que la mayoría de la sociedad mexicana sospecha; que el Gobierno Federal hará todo lo posible por no soltar el poder que representa la presidencia de la República. La coacción del voto y la intromisión de los funcionarios federales con programas de Sedesol no fue prueba suficiente para que las autoridades electorales invalidaran una elección que fue sucia desde antes que esta comenzara.
Resulta sospechoso que el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) haya concluido el cómputo final de los votos registrados en la elección de gobernador del pasado 4 de junio, y declare como ganador al candidato del PRI, Alfredo del Mazo, con 169 mil 167 votos más que su principal contrincante, la candidata de Morena, Delfina Gómez.
De verdad que los morenistas pecaron de ingenuidad al creer que el PRI iba a jugar limpio; el tricolor siempre juega a ganar y cuando pierde, arrebata. Así que no se sorprenda que el PRI, repita la misma estrategia para la elección del 2018; total, ya le funcionó en el Estado de México.
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