Dicen que en el amor y la guerra todo se vale. Lo mismo aplica en un juicio, donde para la defensa todos los argumentos son válidos. Sin embargo, hay momentos donde una defensa puede extender los límites del cinismo. Es el caso de Juan Antonio Nemi Dib quien, a pesar de las pruebas presentadas, él se sigue sintiendo inocente. Él quería ser libre, pero lo vincularon a proceso y se tendrá que pasar por el momento un año en la cárcel en lo que se lleva a cabo su proceso.
Pero ya empezó a hablar y a uno de los que les echa la culpa es al excontralor Ricardo “Wikipedia” García Guzmán, quien desde la Contraloría validó todos sus contratos. Y en parte tiene razón. El contralor debió detectar las anomalías de esos contratos, sobre todo el de la Torre Pediátrica, pero además debió detener los contratos que Nemi siguió otorgando a la familia Beceiro, a pesar de que éstos habían sido señalados como clonadores de medicamentos y por la misma farmacéutica a la que piratearon.
Es decir, Nemi Dib no desconoce las anomalías de esos contratos, pero pues la culpa es del que no evitó el robo. Como la niña que regresa ebria de la fiesta y cuando los padres le reclaman ella contesta: «Para qué me dejan ir».
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