Para aquellos que siguen celebrando el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, la derrota de la selección se les resbalará como si su alegría fuera teflón. Pero aquellos que no vieron ganar a su candidato, ver además que la selección tampoco pasa a cuartos de final, deben sentir que el mundo se les derrumba. Por supuesto no se puede tener todo en la vida, al rato van a querer un Papa mexicano o que Donald Trump se disculpe con los mexicanos.
La verdad es que estaba muy difícil ganarle a Brasil, que es una potencia mundial en el futbol. Antes el portero Guillermo Ochoa evitó que la derrota fuera más contundente. Al final, así es el futbol, como las elecciones, unos ganan y otros pierden, y si no se aprende de las derrotas, no se tiene merecido ningún triunfo.
Ya tendrán otra oportunidad en 2022 si es que no quedan eliminados en la ronda clasificatoria. Pero seguro México estará en el Mundial que se jugará en Canadá, Estados Unidos y nuestro país. Sólo hay que ser pacientes y tener un poco de resignación. Si necesitan consuelo, recuerden que ganó AMLO.
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