Hoy en la Quinta de las Rosas se dará lectura a la anécdota del surgimiento de Frankstein y de El vampiro

Frankstein
El mosntruo de Frankstein y la portada del libro El vampiro de John W. Polidori FOTO: WEB

Toda obra literaria tiene un génesis, un motivo fundador que da pie para que el autor se convierta en creador. William Faulkner señala que el principio de la novela El sonido y la furia surge de una imagen que no se podía quitar de la cabeza, los calzoncitos sucios de una niña que subía a un árbol. En 1959, en un pequeño pueblo de Kansas llamado Holcomb, la familia Clutter fue asesinada brutalmente, al parecer, sin ningún motivo, esta noticia da pie para que Truman Capote cree una de sus más grandes novelas, A sangre fría. Pero una de las anécdotas más célebres sobre el origen de una obra es la que dio pie para la creación de Frankstein.

Pero no sólo por eso, sino que la misma novela explica el surgimiento de otro personaje emblemático que transitó todo el siglo XX horrorizando primero a los lectores y después a los cinéfilos, el vampiro, pero el vampiro como todos lo conocemos ahora. Fue hace poco más de dos siglos, el 16 de junio de 1816, cuando en una cabaña en Suiza se encontraban reunidos Lord Byron, Percy Bysshe Shelley acompañado de su esposa Mary Shelley, Claire Clairmont (la mujer de Lord Byron) y John W. Polidori. En medio de una plática de cuentos de horror se lanzaron un reto, crear un cuento de terror.

Byron hizo un esbozo de cuento que no trascendió, Shelley era poeta y olvidó la tarea. Pero Mary Shelley tuvo una terrible pesadilla y empezó a escribir Frankstein o el moderno Prometeo; Polidori, basado en la personalidad de Lord Byron creó El vampiro. El día de hoy en el taller Libertad bajo Palabra de la Quinta de las Rosas daremos lectura al prólogo de la novela Frankstein, donde en voz de Mary Shelley nos enteramos de los pormenores de esta fructífera reunión. La cita es hoy jueves a las 16:00 horas en la casa grande de la Quinta de las Rosas.

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