Carmen Aristegui debe regresar al aíre para toda la República; la responsable de la crisis fue la Gaviota

Angélica Rivera, la Gaviota, en la portada de la revista ¡Hola!; Carmen Aristegui FOTO: ESPECIAL

Carmen Aristegui fue la primera víctima de la censura de Peña Nieto, aunque lo suyo fue algo más que eso, fue una vil venganza. MVS Noticias con Carmen Aristegui fue el medio que dio a conocer el tema de la Casa Blanca de Peña Nieto. Este medio, junto con Proceso, reveló la corrupción que se gestaba dentro de la familia presidencial. Grupo Higa, que había sido beneficiado por Peña Nieto cuando éste fue gobernador de Edomex, le había regalado una magnífica casa al presidente de la República como agradecimiento por los servicios prestados y por los que prestaría a futuro.

Pero a la estulta de la Gaviota se le ocurrió presumir su casa regalada en la revista ¡Hola! Esto originó un descrédito descomunal del que Enrique Peña Nieto nunca se pudo reponer. A manera de venganza, la Presidencia presionó a la familia Vargas, dueña de la concesión de MVS, para que Aristegui saliera del aíre. Los Vargas no se resistieron, antes bien calcularon los costos y vieron que la posibilidad de tener un canal de televisión bien valía la pena, sin importar que su audiencia los calificara de traidores.

Aristegui salió del aíre y volvió por medio de la Internet, pero no fue lo mismo. Aristegui debía regresar. Una voz como la suya, honesta y veraz no puede ser silenciada permanentemente por la venganza de un hombre que no entendió que fue la torpeza de su esposa lo que desencadenó la crisis de su sexenio. ¡Algo tendrá que hacer López Obrador!

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