No sólo en México se dan casos de homofobia, en Estados Unidos también se cuecen habas. Los medios de comunicación han revivido una vieja polémica que involucra al actor y comediante Kevin Hart, quien fue elegido por la Academia para conducir la ceremonia de los Oscar el próximo año. Sin embargo, luego del resurgimiento de viejos tuits en los que ofende a la comunidad gay, este ha decidido rechazar la oferta para frenar la controversia y evitar afectar la imagen de los premios.
Los medios han sacado a la luz publicaciones de twitter de 2009 y 2011 en los que el actor utiliza un lenguaje ofensivo para expresarse de las y los gays, mismos que causaron su negativa para estar al frente de la ceremonia. A través de sus redes escribió: «He tomado la decisión de no conducir este año los Oscar para no ser una distracción en la noche que celebra el talento de grandes artistas. Una disculpa sincera para la comunidad LGBTQ por mis insensibles comentarios del pasado».
A diferencia del púgil mexicano Darío Larralde, quien se define como homofóbico, Kevin Hart ha dicho que lamenta y lamentará por siempre el haber hecho esas declaraciones que lastimaron a muchas personas; «Estoy evolucionando y quiero seguir haciéndolo. Mi objetivo es reunir a las personas, no separarlas», escribió. Ojalá que el boxeador aprenda algo de este actor y entienda que es mejor emitir una disculpa sincera a querer justificar sus dichos. Ahora queda esperar para que la Academia encuentre un sustituto para que conduzca la edición número 91 de los Oscar.
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