Altos índices de depresión en egresados de nivel superior por falta de trabajo; y peor cuando no tienen palancas

El mercado laboral en México, se vuelve muy competitivo para los egresados de los niveles de educación superior FOTO: WEB

La inteligencia emocional nace de la inteligencia intrapersonal e interpersonal, según Goleman y Howard Gardner; según estos estudiosos del comportamiento, el ser humano que desarrolla su inteligencia emocional es aquella que controla sus emociones y sabe relacionarse con otros seres humanos. En un comic de los años ochenta llamado Kalimán: el hombre Increíble, éste decía en una de sus frases: «El que domina la mente, lo domina todo».

Y es que muchos alumnos que egresan de las escuelas de nivel superior sufren ansiedad y depresión por la falta de empleo. Aunque su currículo va acompañado de papeles que avalan sus conocimientos y otros hasta con posgrados, la realidad que atraviesa el país los deja al margen del mercado laboral.

Aprenden la dura lección: no basta con la preparación y la disposición de trabajar donde sea, sino que requieren de la “relación” de una persona que tenga cierta influencia y poder para que los recomiende. En otras palabras, una palanca.

Cuando los recién egresados descubren que los mejores puestos los obtienen los que son recomendados o tienen palancas, viene la desilusión, la ansiedad y la depresión. Es cierto que muchos llegan por sus méritos propios, pero ellos mismos reconocen que es una tarea monumental.

La recomendación es que, cuando estos jóvenes hagan su servicio social, den el plus y demuestren que su trabajo y disposición son necesarios para la empresa o institución. De ahí puede salir una buena recomendación.

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