El fallecido Tigre Azcárraga, quien se consideraba un soldado del PRI, decía que la fuerza del PRI era el voto de los “jodidos”. Pues ese fue el pretexto que utilizó Javier Duarte para desviar recursos. La adquisición de cobijas, despensas y supuestos productos para poblaciones marginadas o damnificadas que nunca llegaron a sus beneficiarios, fueron el pretexto que utilizó el gobernador veracruzano; éste se valió de la necesidad de los más vulnerables y de los que enfrentaban a desastres naturales.
La auditoría de la Cuenta Pública 2015 de Veracruz descubrió que el año pasado se desviaron más de 400 millones de pesos con este modus operandi, que coincide plenamente con el utilizado en 2012, 2013 y 2014 para desaparecer casi mil millones.
El monto total de todo el quebranto en 2015 en Veracruz supera los 14 mil 300 millones de pesos. Vaya paradoja, los que lo llevaron al poder, fue a los que más perjudico este sátrapa de la política.
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