Se defiende Brenda Lozano con el argumento que utilizan frecuentemente las mujeres que cometen errores y que se sienten acorraladas, la misoginia. Se acuerdan de que son mujeres cuando se sienten agredidas, pero se olvidan de que son mujeres cuando agreden. Brenda Lozano dice en un artículo publicado en El País: «La polémica suscitada me dejó sola en medio de una guerra política y luchas de poder que, en el fondo, poco tienen que ver conmigo». ¿Quiénes fueron los que más duramente atacaron a la nombrada agregada cultural de México en España?
Pues aquellos que se han degradado hasta la ignominia y que sin embargo no han visto recompensada su abyección. Pedro Salmerón, director del Museo Regional de Guadalajara, por ejemplo, quien utiliza los mismos adjetivos de AMLO para referirse a la prensa, fue de los primeros que reclamaron que una mujer que se había ocupado en burlarse de su presidente, fuera distinguida con el cargo de agregada cultural. Antonio Attolini es otro que siente que sus lambisconerías y apologías no han sido recompensados como se debería.
Dice Attolini: «Uno está poniendo el pecho a las balas», aunque mejor debería decir: «uno está poniendo la lengua en las bolas». De todos modos, el presidente ya ha dicho que propondrá que como agregada cultural propondrá a una prestigiada poeta indígena; ya sólo le faltó decir que se apellida Toledo, y que es hija de un pintor llamado Francisco.
Comentarios