Amelco: indicios de otra fosa clandestina en Veracruz (reportaje)

En la zona de Rinconada, entre los límites de los municipios de Emiliano Zapata y Apazapan, hay indicios de una fosa clandestina que no ha sido examinada, de manera exhaustiva, por la Fiscalía General del Estado (FGE) FOTO JUAN DAVID CASTILLA
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Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. En la zona de Rinconada, entre los límites de los municipios de Emiliano Zapata y Apazapan, hay indicios de una fosa clandestina que no ha sido examinada, de manera exhaustiva, por la Fiscalía General del Estado (FGE).

Se trata de un predio particular, conocido como Amelco o El Ranchito, donde han sido encontrados restos humanos de varias personas.

Sin embargo, la Comisión Estatal de Búsqueda de Veracruz no ha mostrado interés ni voluntad para continuar con las revisiones correspondientes.

La búsqueda en la propiedad privada mencionada fue suspendida por las autoridades correspondientes y nada se ha informado para la reanudación de los trabajos.

La última vez que policías ministeriales y familiares de desaparecidos recorrieron el sitio, el personal de la Comisión Estatal de Búsqueda ni siquiera llevaba el equipamiento necesario.

Un pequeño riachuelo pasa por el lugar pero los servidores públicos no siguieron el bajante del agua, en busca de cuerpos de desaparecidos.

Se presume que la propiedad privada se encuentra en un espacio que corresponde al municipio de Apazapan, también cercano a Xalapa.

Rinconada se encuentra a solo 44 kilómetros de la capital del estado, a unos 36 minutos en vehículo, una zona donde han sido constantes las desapariciones forzadas.

A un años de la desaparición

Apenas el pasado 2 de julio se cumplió un año de la desaparición de cinco jóvenes en el bar “Michelukas”, que se encuentra en la localidad Palo Gacho, municipio de Emiliano Zapata.

Hasta el momento, no hay rastro de Cedrick Abdiel Ramírez Aguilar, de 19 años; Iván Aurelio Aguilar Villa, de 26 años; Mario Figueroa Domínguez, de 32 años; Iván de Jesús Sosa Lagunes, de 32 años; y Marco Javier Reyes, de 30 años.

La carpeta de investigación 118/2020 continúa vigente en la Fiscalía General del Estado pero no hay avances en las diligencias correspondientes.

Los familiares han externado desde hace meses que miembros de la delincuencia organizada participaron en el “levantón” de dichas personas.

Los padres de Cedrik Abdiel, el más joven, confirmaron que hubo una conversación vía WhatsApp con una de las amistades de su hijo a quien le dijeron: “tu amigo ya fue”, acompañado de un ícono de una calavera, en alusión a que había sido asesinado.

Se sabe que los jóvenes llegaron al lugar en el taxi Nissan-Tsuru, con número XL-4533 de la región Xalapa, mismo que fue localizado desvalijado en la comunidad de Chichicaxtle, ocho días después del suceso.

El 9 de septiembre de 2020, se informó sobre la detención de tres integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en ciudad Cardel, quienes presuntamente estuvieron ligados a la desaparición de los cinco jóvenes de Palo Gacho.

Sin embargo, no ha habido más avances para el esclarecimiento del caso y las familias de las víctimas continúan en la incertidumbre y la zozobra.

Exigen renuncia

Sara González Rodríguez, quien busca a su hijo Ivanhoe Mass González, desaparecido desde el 14 de marzo de 2010, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, critica el actuar de la FGE.

Recientemente, pidió públicamente la destitución de la titular de FGE, Verónica Hernández Giadáns, por la falta de resultados en la búsqueda de personas desaparecidas y el ocultamiento de información a los colectivos sobre fosas clandestinas.

A su juicio, una de las fosas clandestinas más grandes en el estado de Veracruz se encuentra al interior del Panteón Palo Verde, “disfrazadas” de fosas comunes, situación que han denunciado también otros colectivos de familiares de desaparecidos.

«La Fiscalía está ocultando 20 mil fosas. Bien sabemos todo Veracruz es una fosa, pero lo que más nos indigna es que la Fiscal General no haga nada en absoluto, estamos exigiendo su renuncia, no queremos que ella siga porque ni siquiera se digna a recibirnos, ni siquiera se digna a investigar cómo van los casos, ni siquiera se digna a hacer su trabajo», enfatiza.

A su juicio, en todos los panteones de la ciudad de Xalapa pudieron registrarse inhumaciones ilegales, con el aval de las autoridades estatales y municipales.

«Son fosas clandestinas disfrazadas de fosas comunes. En todos los panteones tenemos conocimiento de que hay fosas clandestinas del mismo gobierno».

Para Sara González resulta indignante que Elizabeth Morales García, cuando fue presidenta municipal de Xalapa, otorgó espacios, de forma irregular, al interior del panteón Palo Verde.

«Mandó a ocupar todos los pasillos, ella vendió todos los pasillos donde pusieron no sé cuántos cuerpos, no sabemos ni quiénes son y que posiblemente allí pueda ser la mayor fosa de todos los panteones de Veracruz y esto es indignante».

Contubernio

En mayo pasado, la señora María Elena Gutiérrez, quien busca a su sobrino Rafael Espinosa Gutiérrez, desaparecido desde el 15 de agosto de 2013, recordó que desde 2016 iniciaron las búsquedas de cuerpos de desaparecidos al interior del camposanto mencionado.

Durante la búsqueda del cuerpo de Gemma Mávil, secuestrada a sus 29 años el 3 de mayo de 2011 en Xalapa, descubrieron otros cuerpos en las exhumaciones.

«Salían más cuerpos, no el de Gemma. Dos cuerpos, en la siguiente, fueron cinco y que además no correspondían a los que tenían los ministerios públicos».

Los familiares de desaparecidos han exigido a la Fiscalía de Veracruz que autorice las exhumaciones en la fosa común del cementerio, toda vez que podrían encontrarse cuerpos de desaparecidos.

«El panteón Palo Verde es tiradero de cuerpos, inhuman cuerpos de periciales, sin datos, sin fotografías, sin descripción de cómo estaba el cuerpo cuando fueron levantados. Tienen que dejar eso guardado para que la familia pueda identificarlos».

María Elena Gutiérrez mostró una lista de oficial con el nombre de 114 personas inhumadas en el periodo 2010-2016, que no están incluidas en una carpeta de investigación para poder identificarlos.

«Entonces la fosa común no es un lugar de resguardo, se convierte en fosa clandestina también y se violentan los derechos humanos de las personas y las familias. Queda claro que Periciales y los responsables del panteón municipal saben el cochinero que hay y por eso no abren, por eso no exhuman».

Incluso, los colectivos sostuvieron que la falta de exhumaciones en el sitio es derivado del contubernio entre la Fiscalía General del Estado y el ayuntamiento, aunque posteriormente las autoridades se deslindaron de dichos señalamientos.

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