Neyton, un niño de 12 años que cursa la secundaria, subió a su cuenta de Facebook una foto donde le da un beso de lengüita a Mariana. Quizá el propósito de Neyton era mostrar a sus contactos su relación de noviazgo con la niña. Con lo que no contaba Neyton era que la madre de Mariana, a quien etiquetó en la foto, estaba entre los contactos de ella y pues vio la foto. De inmediato puso una advertencia a la niña: “Q te dije Mariana Reyes López” y dos caras de enojada, una de furiosa.
Mariana tuvo que pedirle a Neyton que bajara la foto: «Neyton despiblica la foto» (sic), anotó, «Por q mi mamá ya lo vio». Neyton, que a sus doce años ya es todo un caballero le puso: «Está bien amor». Los niños creen que “despublicando” la foto el beso se anula, como si con ello desaparecieran el hecho de haber intimado de esa manera. Vaya usted a saber que castigo le pusieron a Mariana, quien al parecer ya estaba advertida por la madre («Q te dije»), vaya usted a saber si Neyton tuvo después dificultades para volver a ver a Mariana y darle otro sabroso beso de lengüita.
El hecho a muchos pareció de lo más divertido, sobre todo por las respuestas de los niños. Algunos señalan que los niños no están en edad de andar noviando, pero otros defienden la relación de los dos señalando que un beso no tiene nada de malo. Aquí habría que señalar que fue un beso de lengüita, no cualquier beso. Lo mejor es seguir la conseja del proverbio bíblico que señala: «Para todo hay un tiempo señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos».
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